Una empresa de Barcelona fabricará y lanzará nanosatélites a 200.000 euros la unidad
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Una empresa de Barcelona fabricará y lanzará nanosatélites a 200.000 euros la unidad

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(infoespacial.com) Barcelona.- Un grupo de científicos e ingenieros ha creado en Barcelona la compañía Celestia Aerospace para desarrollar y poner en órbita nanosatélites a 200.000 euros por unidad, usando un avión militar ruso MiG-29, que pondría en órbita las plataformas disparándolas al espacio, adosadas a misiles tipo Arrow desactivados.   Según el jefe de operaciones de vuelo de la nueva compañía, el ingeniero Daniel Ventura, que será uno de los pilotos, están barajando la posibilidad de utilizar los aeropuertos de Lleida, Teruel o Castellón "porque ha de ser uno que tenga poca actividad comercial". Ventura, que prevé que el primer lanzamiento se produzca a principios de 2016, explicó que la empresa nace con una inversión inicial por fases de 50 millones de euros, aunque reconoció que aún están en conversaciones con los inversores. "Hasta ahora, una empresa que necesite hacer un experimento en el espacio ha de buscar sitio en un satélite convencional, buscar una empresa que lo haga, otra que lo lance y una tercera que gestione la información que transmite el satélite. Nosotros lo haremos todo y a un precio mucho más bajo, algo que hasta ahora no existe en el mundo", señaló el ingeniero a la agencia Efe. El servicio que ofrece Celestia Aerospace, dirigida por la exdirectora del clúster aeroespacial de Cataluña, la física Gloria García-Cuadrado, "abarcará todas las fases del desarrollo y operación de un satélite, será un servicio integral de bajo coste único en la industria aeroespacial", indicó Ventura.

García Cuadrado dijo en una entrevista al diario La Vanguardia que están cerrando preacuerdos por 200.000 euros: 50.000 euros para el desarrollo del microsatélite; 100.000 por el lanzamiento y 50.000 por la operación. Celestia Aerospace fabricará en Barcelona satélites de bajo peso adaptados a la necesidad de cada cliente, de entre 1 a 10 kilos, y de pequeñas dimensiones, con forma cúbica a partir de 10 centímetros de arista. En otras palabras, serán CubeSats. Ventura ha avanzado que ya tienen firmado un compromiso para lanzar 40 nanosatélites cada año para un firma de comunicaciones encriptadas, aunque también hay empresas biofarmacéuticas o de semiconductores interesadas. La empresa, en la que trabajarán 40 científicos, ingenieros y pilotos, se encargará del lanzamiento, operación en órbita y gestión de datos "de modo que el cliente sólo tendrá que sentarse frente a su ordenador y obtener los datos que le interesen", según Ventura. BioPharmaSAT y SemicondSAT son los nanosatélites que la firma desarrollará de forma pionera, destinados a las industrias biotecnológica-farmacéutica y electrónica, respectivamente. La cristalización de proteínas o de materiales para la fabricación de semiconductores son dos de las utilidades que ofrecen los satélites porque en condiciones de microgravedad estos procesos ocurren de manera diferente que en la Tierra. Para lanzar los satélites utilizarán el sistema Sagitarius Airbone Launch System (SALS), una plataforma aerotransportada con capacidad para alcanzar órbitas entre 400 kilómetros y 600 kilómetros de altura.

"En un mismo vuelo podríamos lanzar hasta 16 nanosatélites en los cuatro misiles del avión", destacó Ventura, que dijo que ya tienen apalabrada la compra de un MiG ruso desmilitarizado por unos 4,5 millones de euros. La empresa también ofrecerá a sus clientes la posibilidad de activar por ellos mismos el sistema de lanzamiento de su nanosatélite, mientras disfrutan del vuelo a bordo del MiG-29UB. Según Ventura, las ventajas del sistema de lanzamiento es que es barato, alrededor de unos 100.000 euros por kilo, un precio que puede bajar a la mitad si se lanzan varios en el mismo vuelo.

Este tipo de sistema de lanzamiento aerotransportado ya ha sido utilizado por Orbital Sciences en su cohete Pegasus, lanzado desde aviones Lockheed-1011 TriStar.

Normalmente este tipo de satélites se lanza como carga secundaria en los cohetes habituales operados por las grandes agencias espaciales, con lo que las empresas deben aguardar hasta años. "Nuestro servicio es prácticamente just-in-time, con un tiempo de espera máximo entre lanzamientos de dos semanas, a diferencia de los sistemas tradicionales en los que un nanosatélite debe esperar una media de uno a dos años para ser lanzado", indicó Ventura. El tiempo de vida de un nanosatélite suele ser sólo de un año y medio, porque se va deteriorando por el roce y acaba destruyéndose por completo, "pero como los costes son infinitamente menores que los de un satélite convencional, sale rentable sustituirlos cada vez que se destruyen", agregó el jefe de operaciones de vuelo.

Foto: Celestia Aeroespace



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