J.F. Nebrera Iberespacio "El futuro pasa por abaratar costes y hacer satélites más ligeros"
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J.F. Nebrera Iberespacio "El futuro pasa por abaratar costes y hacer satélites más ligeros"

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Juan Francisco Nebrera es asesor de Presidencia de Iberespacio y actualmente participa en el VIII Encuentro sobre Telecomunicaciones Espaciales que Hispasat organiza hoy y mañana en la sede de la Universidad Menendez Pelayo (UIMP) en Santander. Entre conferencia y conferencia Nebrera ha tenido un momento para hablar con Infoespacial.com sobre los proyectos que su empresa está realizando en el control térmico de los satélites y de otros vehículos espaciales como lanzadores o de exploración.

En un contexto de constante evolución tecnológica, ¿cuáles han sido los avances más significativos que han logrado en los últimos años?

Hemos realizado muchos proyectos en el nivel tecnológico, pero quizás destacaría por su novedad en el sector de los sistemas de transporte de calor que hemos incorporado unas válvulas de control que nos permiten hacer el efecto de corte completo, es decir, disipamos todo el calor o no disipamos nada. Estas válvulas permiten una regulación muy precisa de la temperatura de los elementos que son más críticos dentro de un satélite y protegen la electrónica en todos los rover planetarios. Por ejemplo, los terminales láser de comunicación entre satélites llevan un sistema de regulación que permite que la temperatura esté siempre en los límites que dice la especificación y que son muy precisos. Este es por tanto uno de los más importantes desarrollos y avances que hemos conseguido y que está ya completamente comercializado. 

¿Ese es su único proyecto en el ámbito del control térmico?

No. También hemos desarrollado radiadores que se despliegan en órbita y van equipados con estos sistemas de transporte de calor y que lo que haces es aumentar notablemente la capacidad de disipación térmica del satélite sin condicionar en ningún momento su configuración de lanzamiento. A medida que aumentan las potencias a disipar en los satélites, necesitas más superficie para disipar esa potencia térmica. Llega un momento en el que no te cabe el satélite en la cofia de los lanzadores. Sin embargo, con este sistema de radiadores desplegables, los llevamos como un segundo panel en la arquitectura antes del despegue y hacemos al igual que con los paneles solares, los desplegamos una vez en órbita.

¿Cómo se superan las dificultades que van surgiendo?

Hemos superado las dificultades realizando mucha investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) es la única manera de conseguir calificar los productos en tierra y para eso utilizamos todo lo que tenemos a nuestro alcance, los programas tecnológicos de la Agencia Espacial Europea (ESA), los programas de la Unión Europea, tanto los marco como el horizonte 2020 y también los programas nacionales que son responsabilidad del CDTI. Gracias a esos grandes programas y a la participación española hemos conseguido ir poquito a poco.

¿Cuáles son esos pequeños pasos?

Desarrollamos primero los equipos, luego los integramos en un prototipo, ensayámos el prototipo, los certificamos en tierra y finalmente hemos tenido la gran suerte de que Hispasat, nuestro operador de satélites nos ha dado la oportunidad de calificar en vuelo prácticamente todas las tecnologías y embarcar como demostrador tecnológico en uno de sus satélites. Llevan monitorizados en órbita más de cuatro años, con lo que tenemos unos datos importantes de su comportamiento.

¿Y de cara al futuro?, ¿tienen algo en mente?

Ahora mismo estamos desarrollando una gama completa de arquitecturas para el control térmico de las nuevas plataformas de satélites de telecomunicaciones. Estamos utilizando una aproximación a este desarrollo y es conseguir una gran flexibilidad y una gran modularidad en los desarrollos y productos que hagamos. Con distintas configuraciones vamos a ser capaces de disipar potencias térmicas en plataformas de satélites desde un kilovatio hasta 30 kilovatios, una gama amplísima, lo mismo da que estemos hablando de mega constelaciones o de súper satélites muy potentes con un gran despliegue de cargas de pago reconfigurables en órbita.

¿Y eso cómo se hace?

En todo este desarrollo lo primero que queremos es no aumentar la masa del satélite. Aunque algo aumentará, pero nunca tanto como la capacidad de disipación. Lo segundo es que tenemos que darle al fabricante del satélite todas las opciones para que diseñe las plataformas más económicas y con plazos de entrega más cortos.

Y en términos generales, ¿hacia dónde avanza el sector?

Todo el mundo está en una competición feroz por tener menos coste por gigabyte y desde luego que los satélites estén disponibles, en vez de en 24 meses que es como lo están ahora, lo estén en 18 o 14 meses, dentro de lo posible. Nosotros hemos hablado con el fabricante de satélites Loral, el cual nos ha provisto de una especificación y hemos ido al CDTI y le hemos planteado que en los programas de la agencia deberíamos desarrollar este tipo de productos. Además tenemos el compromiso de Hispasat de que cuando tengamos una arquitectura que ya sea prácticamente un prototipo final, poder intentar volarlo en uno de sus nuevos satélites cuando los ponga en órbita. Es un programa precioso que seguramente a mitad del año que viene nos permita tener prototipos en fase de calificación en tierra y poder volarlos a final del año que viene.

¿Y en el ámbito de las telecomunicaciones?

El sector de las telecomunicaciones sin duda se dirige a la necesidad de abaratar costes y hacer satélites más ligeros. Para entrar al sector de las telecomunicaciones es muy importante que todos esos desarrollos se hagan dentro de los programas de la Agencia Espacial Europea (ESA), ya que las industrias son incapaces de financiar desarrollos de estas características. La ESA está precisamente para eso, para posicionar la industria en condiciones de poder competir en el sector comercial, con una gran competencia global.

¿Qué papel juega España en todo esto?

España lleva participando desde hace muchos años en la Agencia y es socio fundador, sin embargo, debido a la crisis de los últimos años, nuestra contribución a los programas de la Agencia, y por lo tanto la capacidad de la industria española para entrar en los programas  ha disminuido.Ahora tenemos una oportunidad muy importante ya que España va a presidir las reuniones ministeriales de diciembre en las que se reúnes los ministros responsables del sector espacial en los distintos países de la agencia y en esa reunión es donde se aprueban y se suscriben todos los nuevos programas. España tiene que tener ahí un papel importante y llegar a tener una contribución en el orden de lo que supone nuestro PIB dentro de los países de la agencia, que es alrededor del 8%. 

Foto: Iberespacio



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