De Guindos renueva a Vela al frente de la secretaría de Estado de Investigación

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha confirmado a Carmen Vela en su cargo como secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), puesto en el Ejecutivo popular que ocupa desde 2011 pese a su cercanía política al PSOE.

La renovación de Vela unida a la ausencia del tan ansiado Ministerio de Ciencia dejan claro el continuismo del nuevo Gobierno, al menos en cuanto a la investigación se refiere, lo que ha supuesto un jarro de agua fría para un sector que esperaba tener un hueco con nombre propio en el nuevo consejo de ministros de Mariano Rajoy.

En estos cinco años, Vela ha pasado bastante desapercibida, si bien a finales de la pasada legislatura (diciembre de 2015) creó la demandada Agencia Estatal de Investigación cuya puesta en marcha, de momento, es meramente propagandística. Por esto y por su falta de combatividad a la hora de defender la Ciencia como un ámbito con entidad propia, incluso dentro de Economía, el sector la ha tachado de “buenista” y ha criticado duramente sus políticas o, mejor dicho, la ausencia de ellas.

La actitud poco combativa de Vela no cuenta con el apoyo de las asociaciones sectoriales, hasta el punto que el portavoz de Ciencia con Futuro, Javier Sánchez, ha llegado a calificarla de “nefasta”. Por su parte, el presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), Nazario Martín, exculpa a Vela por tener las manos atadas por De Guindos, si bien reconoce que ante esa tesitura la secretaria de Estado debería haber dimitido.

Química de profesión, la formación de Vela está fuera de toda duda, lo que se critica es su pasividad a la hora de defender la Ciencia y los organismos ligados a ella. Un ejemplo es el propio Consejo de Investigaciones Científicas (CSID), actualmente al pairo de los recortes de la crisis.

Vela se enfrenta así a los retos derivados de su propia iniciativa política, como recuperar la inversión, dar contenido a la Agencia Estatal de Investigación o frenar la fuga de cerebros. Otros le vendrán impuestos, como el pacto entre PP y Ciudadanos para aumentar el gasto en I+D+i hasta el 2% del PIB. En este sentido, es de recordar que España, según explica Martín, ha reducido su inversión en este campo en un 35%, lo que se traduce en unos 15.000 millones de euros.