E. Prado I.Iberoamericano "España necesita una política espacial con objetivos claros"
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E. Prado I.Iberoamericano "España necesita una política espacial con objetivos claros"

Elvira prado
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La doctora en derecho internacional público y especialista en derecho espacial del Instituto Iberoamericano de Derecho Aeronáutico, del Espacio y de la Aviación Comercial, Elvira Prado Alegre, ha publicado el libro ‘Los estados de la Unión Europea frente a los grandes retos del Derecho Internacional del Espacio’. Su presentación se realizó en el contexto de un debate sobre la política espacial española en Madrid. Infoespacial.com ha tenido la oportunidad de conversar con ella para saber su opinión sobre las carencias que tiene España y Europa en el sector. Además, valora el recién nombramiento del astronauta Pedro Duque como ministro de Ciencia, Innovación y Universidades.

¿Qué asuntos trata en el libro?

La diversidad de cuestiones jurídicas pendientes en materia de derecho espacial, que podemos considerar retos, y de posiciones de los estados de la UE respecto de los mismos, justificaban un estudio jurídico internacional que nos permitiera obtener una perspectiva global. Mi investigación se ha centrado en analizar las posiciones políticas y jurídicas que han mantenido cada uno de los todavía 28 estados de la UE, desde el año 2000, en la Subcomisión de Asuntos Jurídicos de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos de las Naciones Unidas (Copuos), respecto de cuestiones como: la ratificación y aplicación de los cinco principales tratados del espacio, el desarrollo de las legislaciones nacionales, las medidas jurídicas adoptadas por los Estados para la reducción de los desechos espaciales o un tema de debate tan antiguo como la delimitación del espacio ultraterrestre, entre otros asuntos.

¿Con qué objetivos?

Racionalizar la situación individual de cada estado, con independencia de su mayor o menor capacidad espacial, ha sido un ejercicio necesario para poder obtener una imagen completa que nos ayude a identificar cuáles son las fortalezas y debilidades de la UE y de sus Estados miembros. Y todo ello, con la finalidad de encontrar esas sinergias regionales que pueden contribuir a alinear posiciones dentro de la UE y aportar soluciones a los desafíos existentes. Este análisis también puede ser de utilidad para España, con un doble objetivo: generar un mayor estado de opinión y de influencia en los foros internacionales como Copuos y abordar determinados retos, ampliamente tratados por otros Estados, como la elaboración de una ley espacial nacional, entre otras cuestiones.

¿Qué políticas necesita implementar España en este sector?

Creo que en España hace falta una política espacial cohesionada y con objetivos claros, porque al estar las competencias tan repartidas, entre distintos ministerios, nuestro mensaje pierde fuerza en el contexto internacional. Hay que pensar en una política espacial con mayúsculas, que miré más allá de nuestros intereses en la ESA o nuestra participación en proyectos internacionales. Además de la tecnología utilizada por todos nosotros, la humanidad se beneficia enormemente de las aplicaciones satelitales que sirven para abordar temas tan complejos como el cambio climático, la prevención de desastres naturales, la vigilancia de los océanos, la ciberseguridad, la salud global, la seguridad alimentaria o la economía digital, como se acaba de debatir en el último Consejo de Competitividad de Bruselas. La política espacial es la política planetaria de las generaciones futuras.

España es uno de los pocos países europeos sin agencia espacial propia.

No se puede negar que una agencia espacial nos ayudaría mucho a tener una imagen más compacta, competitiva y cohesionada. De los cinco estados que realizan una mayor contribución a la ESA, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y España, nosotros somos los únicos que no tenemos agencia. Ahora bien, también hay que ser realistas y atender a las posibilidades que tiene nuestro país para poner en marcha un proyecto de esta envergadura. La pregunta positiva es si España estaría mejor  posicionada en el tablero internacional con una agencia espacial, y en eso estoy segura de que coinciden la mayoría de los profesionales del sector. La cuestión es diseñar un proyecto de agencia realista que se adapte a las necesidades y posibilidades actuales de España sin llegar la estructura que pueden tener Francia o Alemania.

¿El nombramiento de Pedro Duque será bueno?

Por supuesto. No solo por su amplio conocimiento del sector, en ámbitos muy distintos, sino también por su visión estratégica. Su nombramiento ha coincidido con un año especialmente importante para la diplomacia y la política espacial. Este año se conmemora en Naciones Unidas el 50 aniversario de Unispace, la primera conferencia internacional sobre el espacio ultraterrestreque tuvo lugar en 1968. Con ese motivo se han trazado una serie de prioridades temáticas como el establecimiento de una alianza mundial para la exploración y la innovación espaciales. En el plano nacional y regional también abordará la celebración, en 2019, del Consejo Ministerial de la ESA en Madrid, una gran oportunidad para dar un impulso definitivo al sector espacial español y, por qué no, plantearse la conveniencia de emprender un proyecto de agencia o promulgar una ley espacial.

¿Qué aspectos de la política espacial mejoraría en Europa?

Además de ser un actor espacial importante con proyectos como el sistema de observación Copérnico, los programas de navegación por satélite Galileo/Egnos, la exploración espacial y la investigación espacial, la UE puede y debe tener un papel decisivo en el fortalecimiento del Estado de Derecho en el Espacio Ultraterrestre. Ha sido la tenacidad de la delegación de la República Checa en Copuos, desde los años ochenta, la que ha conseguido que la cuestión sobre los desechos espaciales tenga, hoy en día, una relevancia político-jurídica a nivel mundial y la delegación de Bélgica está promoviendo activamente la necesidad de sentar las bases del futuro régimen jurídico para la explotación de los recursos naturales del espacio ultraterrestre. Dentro de la estrategia espacial europea sería necesario impulsar la incorporación a Copuos de aquellos estados de la UE que aún no forman parte, intensificar la participación de los Estados en las subcomisiones técnicas y, en definitiva, elaborar futuros proyectos normativos, de forma sinérgica, dentro del marco de la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre, que conformen una verdadera diplomacia espacial europea.

¿Dónde está el reto?

Aunque este sería el escenario ideal, tampoco podemos olvidar la dificultad que entraña tener una posición común respecto de muchas cuestiones, empezando porque el artículo 189 del Tratado del Funcionamiento de la UE ya excluía toda armonización de las legislaciones nacionales. Habría que preguntarse si ello realmente aporta más ventajas que inconvenientes, y si sería beneficioso recuperar el espíritu del Tratado Constitucional que hacía referencia a una ley marco europea para el programa espacial, pudiendo llegar a un consenso sobre algunos puntos esenciales que, sin menoscabar la competitividad de los Estados, otorguen una mayor seguridad jurídica a los operadores y refuercen la posición de la UE. No en vano, la cooperación y la colaboración en materia espacial simbolizan lo mejor del espíritu europeísta dentro y fuera de nuestras fronteras. 

Foto: Elvira Prado Alegre.



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