Duque despide a Ingenio destacando el "gran liderazgo de la industria espacial española"

La base aérea de Torrejón de Ardoz se ha convertido la tarde del miércoles en la protagonista del día. El satélite español Ingenio ha sido embarcado en el avión que lo llevará hasta el centro espacial de Kurú, en la Guayana Francesa, dónde se espera que se lance el 18 de noviembre a bordo de un cohete Vega. El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha sido el encargado de despedir al sistema recalcando el “gran liderazgo que está mostrando la industria espacial española al desarrollar constelaciones completas de satélites”.

La situación actual de pandemia hace que todos lo eventos se vean afectados y este no ha sido menos. Ataviados por las ya habituales mascarillas, las autoridades del Centro de Desarrollo de Tecnología Industrial (CDTI), el presidente de Airbus España, Alberto Gutiérrez, y el ministro Duque, se han reunido con un grupo pequeño de prensa especializada, entre ellos Infoespacial.com, para despedir a Ingenio, el primer satélite español con tecnología óptica y que se unirá al Paz, su hermano, que lleva en órbita más de dos años.

Ingenio es una misión nacional española del ministerio de Ciencia e Innovación, gestionada y financiada por el CDTI, que ha sido desarrollada por la Agencia Espacial Europea (ESA). La construcción ha sido realizada en su mayor parte por la industria nacional, a través de un consorcio industrial de empresas españolas liderado por Airbus Defence & Space en España.

Pedro Duque ha destacado “la capacidad de España para desarrollar sistemas espaciales completos y liderar programas espaciales europeos, como el satélite que se fabricará en España para el estudio y vigilancia del clima dentro del programa Copernicus o la misión científica para caracterizar exoplanetas, Cheops. El ministro, además, ha indicado “la enorme evolución del sector espacial español en los últimos años, que ha logrado una buena posición para aprovechar las oportunidades de los retos futuros”.

El reto de Ingenio: dotar a España de imágenes de alta precisión

Una vez en Kurú, el satélite comenzará el proceso que incluye ensayos funcionales, su integración en el adaptador al lanzador y el encapsulado del conjunto para proceder a las inspecciones finales. El satélite se situará en una órbita a 670 kilómetros de altura y completará más de catorce vueltas a la Tierra por día.

Ingenio tiene como objetivo dotar a España de la capacidad de capturar imágenes satelitales de alta precisión. “Supone un hito en el ámbito de la observación de la Tierra, ya que proporcionará imágenes pancromáticas y multiespectrales en alta resolución de la superficie terrestre, cuyo beneficio para la sociedad se traducirá en aplicaciones civiles de relevancia crítica como cartografía, agricultura, silvicultura, desarrollo urbano, monitorización del uso del suelo, gestión del agua, riesgos y desastres naturales, costas o movilidad de población”, ha explicado Gutiérrez.

La información que proporcione será utilizada por diferentes usuarios civiles, institucionales y gubernamentales españoles, pero también por otros usuarios europeos. Las áreas de observación de Ingenio serán el territorio español, Europa, Iberoamérica y el norte de África.

Finalización del Pnots

Una vez en órbita, Ingenio y el Paz, lanzado en 2018, España dispondrá de un sistema dual de observación de la Tierra con imágenes ópticas y radar. Ambos satélites forman parte del Programa Nacional de Observación de la Tierra por Satélite (Pnots).

El satélite Ingenio lleva una cámara dual de última generación que puede tomar imágenes de la tierra con una resolución de 2,5 metros. Con su capacidad de mirar hacia los lados, puede acceder a cualquier punto de la Tierra en tres días y se utilizará para ayudar a mapear desastres naturales como inundaciones, incendios forestales y terremotos, así como para ayudar con uno de los mayores desafíos de la humanidad: comprender y responder a cambio climático.

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