Brasil selecciona los microorganismos que enviará en su primera misión a la Luna
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Brasil selecciona los microorganismos que enviará en su primera misión a la Luna

Garatea nave
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Investigadores del Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón (LNLS), perteneciente al Centro Nacional para la Investigación en Energía y Materiales (Cnpem), recogieron microorganismos que serán analizados para ser enviados en la primera misión brasileña a la Luna, Garatéa-L, cuyo coste aproximado es de 10,1 millones de euros (35 millones de reales brasileños), que serán suministrados  por los organismos de fomento a la investigación y por patrocinadores privados.

La recolección de microorganismo se llevó a cabo durante tres días en Lagoa Salada, ubicada en el municipio de Campos, al norte de Río de Janeiro. A continuación, el material será analizado en la sede del LNLS, en Campinas.

El objetivo de la acción, coordinada por el investigador Douglas Galante, es la selección de microorganismos que se enviarán en la sonda Garatéa-L, que se espera llegue a la luna en 2020. "El lugar de recogida es especial porque es una laguna hipersalina, con una concentración de sal muy alta, similar a la sal del Mar muerto, ya existente en algunos planetas en el sistema solar, como Marte. Son recolectados los microorganismos que participan en los ensayos preliminares y simulaciones con el fin de entender cómo deben responder al entorno espacial", explicó el líder de la misión.

Galante aseguró que Garatéa-L tiene un fuerte componente de astrobiología, el estudio del surgimiento y la evolución de la vida en el universo. "Vamos a enviar a la luna colonias de microorganismos resistentes a los ambientes extremos de la Tierra, tales como los microbios presentes en Lagoa Salgada, en el desierto de Atacama y en la Antártida. Queremos entender si la vida tal y como la conocemos puede existir fuera de las condiciones protegidas de nuestro planeta y, por lo tanto, pueda ser común en el universo".

El envío de microorganismos a la luna también tiene consecuencias para las futuras misiones espaciales tripuladas de larga duración, a Marte o estaciones espaciales, por ejemplo. Estos microbios podrán ser utilizados para producir oxígeno, nutrientes y materias primas para el combustible de cohetes y la construcción de estructuras. "En nuestras pruebas también abordaremos este sesgo de la biotecnología. Quereos optimizar las respuestas de estos microorganismos, haciéndolos eficientes para la nueva carrera espacial", resaltó Galante.

Además de astrobiología y biotecnología, el Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón también participa en experimentos tecnológicos de manera que la sonda pueda ser construida con mano de obra y tecnología nacional. "La idea es que casi todos los componentes de la sonda sean construidos en Brasil y que la tecnología desarrollada aquí esté disponible tanto para fines académicos como comerciales. La construcción de estos componentes en el territorio nacional, con tecnología propia, otorga libertad estratégica para el país", dijo Galante.

El Laboratorio Nacional de Luz Sincrotrón se encargará de la cualificación de los componentes electrónicos que se utilizarán en satélite, sometiéndolos a pruebas en su acelerador de electrones, donde es posible simular campos de radiación similares a los que se encuentran en la órbita lunar.

La misión cuenta también con la contribución del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), el Instituto Tecnológico de Aeronáutica (ITA), la Universidad de São Paulo (USP), el Instituto Mauá de Tecnología (IMT), la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUC-RS), la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) y la empresa privada Airvantis.

Sobre la misión

Bautizado como Garatea-L, el proyecto combina el poderío intelectual de algunas de las mayores instituciones de ciencia tecnológica del país y la osadía de cultura de startups tecnológicas para planificar y llevar a cabo con éxito, en un tiempo récord, el primer vuelo orbital lunar de Brasil.

El lanzamiento se llevará a cabo gracias a una asociación entre dos empresas británicas con la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Espacial de Reino Unido (UK Space Agency), en medio de su primera misión comercial para el espacio profundo, Pathfinder. El vehículo de lanzamiento que se empleará es el indio PSLV-C11, cohete enviado con éxito a la Luna en 2008 en la misión Chandrayaan-1.

En el lanzamiento europeo, varios cubesat, entre ellos el brasileño, serán llevados a la órbita lunar por una nave nodriza, que también proporcionará servicio de comunicación a la Tierra y recogerá datos durante al menos seis meses.

Además de los experimentos de astrobiología, Garatea-L también realizara estudios de la Luna. La sonda se colocará en una órbita polar altamente excéntrica que permitirá recoger imágenes multiespectrales de la cuenca Aitken, situada en el lado lejano de la luna y de alto interés científico. Las especificaciones de la cámara son responsabilidad del INPE.

La nave espacial debe estar lista para volar en septiembre de 2019, el mismo año en que se completa el cincuenta aniversario del primer aterrizaje del hombre en la luna.

Fotografías: Airvantis



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