James Webb supera las pruebas de despliegue y tensión de su parasol

La NASA ha realizado con éxito las pruebas de despliegue y tensión del parasol del telescopio James Webb. Este hito supone un paso más del observatorio espacial de cara a su lanzamiento, programado para 2021.

El parasol, del tamaño de una cancha de tenis, protegerá al telescopio al reflejar la luz y el calor de fondo del sol, la Tierra y la Luna hacia el espacio. Este resguardo es vital para la óptica y los sensores del observatorio, que deben mantenerse fríos para emplear luz infrarroja, que es invisible a los ojos humanos y se siente como calor.

Al respecto de las evaluaciones realizadas, el líder de sistemas de implementación del telescopio para el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Alphonso Stewart, destacó que se pudo “sincronizar con precisión el movimiento de despliegue de una manera muy lenta y controlada y mantener su forma crítica de cometa, lo que significa que está listo para realizar estas acciones en el espacio".

Durante las pruebas, los ingenieros enviaron una serie de comandos al hardware de la nave espacial que activó 139 actuadores, ocho motores y miles de otros componentes para desplegar y estirar las cinco membranas del parasol en su forma final tensa.

Para el lanzamiento, el parasol se doblará alrededor de dos lados del observatorio y se colocará en un vehículo de lanzamiento Ariane 5, proporcionado por la Agencia Espacial Europea (ESA).

La misión

El telescopio espacial James Webb es un programa internacional dirigido por la NASA en colaboración con la ESA y la Agencia Espacial Canadiense.

Una vez en órbita, será el principal observatorio de ciencia espacial del mundo: resolverá misterios del sistema solar, verá más allá de mundos distantes alrededor de otras estrellas, explorará las estructuras del cosmos e investigará los orígenes del universo.

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