Una barra de metal provocó la explosión del cohete Falcon 9 de SpaceX

El director ejecutivo y fundador de la compañía SpaceX, Elon Musk, explicó este lunes que una barra de metal de 60 centímetros provocó el pasado 28 de junio la explosión de un cohete Falcon 9 con la nave de reabastecimiento Dragon7 de la Estación Espacial Internacional (ISS).

Musk señaló que esta pieza, conocida como puntal, tenía que transportar un tanque de helio hacía el cohete pero un error provocó el impacto de la barra contra el depósito. Este choque originó una fuga que liberó el gas y desencadenó la explosión.

El polifacético empresario indicó que esta pieza no fue fabricada por SpaceX y, por lo tanto, el fallo fue no comprobar la barra antes del lanzamiento, puesto que esta prueba la realizó una empresa externa. Este accidente ha provocado que la compañía cambie de proveedor y realice sus propias tareas de verificación.

Musk anunció que SpaceX retomará los vuelos espaciales en otoño y añadió que el incidente ha supuesto la implantación de mayores medidas de seguridad, con la vista puesta en futuros viajes comerciales. El director ejecutivo resaltó además que este suceso ha generado pérdidas de "cientos de millones" de dólares. No obstante, la compañia quiere renovar su contrato con la NASA, que ya ha invertido más de 80.000 millones de dólares en la empresa del fundador de Paypal.

El cohete Falcon 9 explotó tres minutos después de su lanzamiento desde el centro espacial de la Fuerza Aérea de EEUU en Cabo Cañaveral (Florida). Los técnicos de la NASA perdieron el contacto con el cohete 2 minutos y 19 segundos después del despegue.

La séptima misión de reabastecimiento de SpaceX para la NASA debía entregar a los tres tripulantes de la plataforma orbital, dos rusos y un estadounidense, 1.800 kilos de suministros, cargas útiles y material científico.

La explosión y la posterior desintegración se retransmitieron en directo a través de la señal oficial de la agencia estadounidense. En esta misión, también viajaba el primero de los dos adaptadores de acoplamiento internacional que permitirán el atraque de las naves comerciales como la CST-100 de Boeing o la Dragon 2 de SpaceX en la Estación Espacial.

Foto: NASA