La ESA lanza su misión para investigar la física de la reentrada en los satélites

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado su misión para investigar los efectos físicos que sufren los satélites cuando realizan una reentrada en la atmósfera. Es por esto que la tarea del cubesat Qarman es simplemente caer al vacío. Si bien las misiones espaciales típicas resisten la descomposición orbital, Qarman irá a la deriva mes a mes hasta que vuelva a entrar en la atmósfera, momento en el cual reunirá una gran cantidad de datos sobre la ardiente física de la reentrada.

Qarman alcanzó la órbita el 5 de diciembre en la cápsula Dragon de SpaceX a la Estación Espacial Interncaiconal (ISS). El nanosatélite está compuesto por cajas estandarizadas de diez centímetros y será lanzado al espacio desde la esclusa de aire del módulo Kibo de Japón. Desde aquí, el brazo robótico del módulo posicionará al desplegador para una orientación segura lejos de la estación, luego Qarman será disparado al espacio.

"A partir de ahí, creemos que tomará alrededor de seis meses volver a entrar en la atmósfera; descubrir con qué precisión podemos pronosticar la descomposición orbital de Qarman es parte de la razón por la que estamos volando en la misión, relevante para el estudio de los desechos espaciales", explica el jefe del Departamento Aeronáutico-Aeroespacial del Instituto Von Karman, Olivier Chazot.

"Luego, una vez que comience el proceso de reentrada, a unos 90 kilómetros de altitud, estos paneles mantendrán la orientación del satélite estable, minimizando cualquier caída. Para obtener la máxima estabilidad, necesitamos tener su centro de gravedad hacia el frente y el centro de presión en la parte posterior, y desplegar los paneles mueve el centro de presión hacia atrás”.

La ESA está apoyando a Qarman a través del Programa de Tecnología de Soporte General de larga duración, brindando oportunidades de vuelo temprano a tecnologías prometedoras.

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