Las tres necesidades tecnológicas que el LunaRecycle aborda incluyen el seguimiento logístico, y la gestión de ropa y basura para los habitáculos; la fabricación de piezas y productos en el espacio y en superficie; y la fabricación en el espacio y en superficie a partir de materiales reciclados y reutilizables.
México y Nueva Zelanda han sido los dos primeros países extraeuropeos en firmar la Carta de Basura Cero (Zero Debris Charter) de la Agencia Espacial Europea (ESA), lo que subraya la naturaleza global de garantizar la seguridad y la sostenibilidad en el espacio.
Además, la asociación trabajará en el desarrollo de tecnologías para el mantenimiento, la reparación y la mejora de los satélites mientras están en órbita, una iniciativa pensada para extender la vida útil de los satélites, reducir los desechos espaciales y mejorar la eficiencia general de las operaciones espaciales.