En total, la Fuerza Espacial espera lanzar 84 misiones de 2027 a 2032, entre las que se encuentran las 54 adjudicadas ahora, que se corresponde a una línea con requisitos de seguridad y rendimiento más estrictos.
Estados Unidos debería reforzar las prestaciones de los satélites LEO que apoyan al comando y control militar norteamericano preocupado, entre otras funciones, de los efectos de la radiación de posibles detonaciones atómicas a gran altitud, según un reciente informe difundido por el think tank Atlantic Council, con sede en Washington D.C. El Centro Scowcroft para Estrategia y Seguridad del Atlantic Council ha publicado esta semana un estudio, titulado Modernización del comando, control y comunicaciones nucleares basados en el espacio, que recomienda proteger los elementos espaciales del Sistema de Comando, Control y Comunicaciones Nucleares (NC3) de Estados Unidos.
Sin embargo, Delta IV aún tiene otro viaje más previsto, de las 12 misiones contratadas por la NRO en la primera fase del Lanzamiento Espacial de Seguridad Nacional (NSSL) y que opera la Fuerza Espacial de EEUU. La segunda fase se ha otorgado por un lado a SpaceX en 2020 con sus cohetes Falcon. Bajo las asignaciones recientemente anunciadas de SSC, los cohetes Falcon 9 de SpaceX lanzarán tres satélites de órbita terrestre baja (LEO) desde el rango occidental en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California, para la capa de transporte Tranche 1 de la Agencia de Desarrollo Espacial (SDA), uno de Vandenberg para la Capa de Seguimiento del Tramo 1 de la SDA, y un satélite para la misión USSF-31.Por otro lado, ULA utilizará sus cohetes Vulcan Centaur para dos misiones NRO: NROL-64 de Cabo Cañaveral y NROL-83 de Vandenberg; un lanzamiento del sistema de posicionamiento global III desde Cabo Cañaveral, la misión USSF-114 y dos lanzamientos de la capa de seguimiento SDA Tranche 1, ambas desde Vandenberg.
El proyecto ha superado con éxito la etapa de revisión preliminar del diseño. Estos avances se basan en tecnología infarroja persistente, que permite la detección precisa de misiles enemigos, asegurando que no queden puntos ciegos en la cobertura. Los satélites están equipados con una carga útil de sensores diseñada para estas funciones, que facilitará el envío de datos de seguimiento a los operadores en tierra.Gracias a esa comunicación bidireccional, se podrá dar una respuesta ante cualquier amenaza detectada de manera más agil y efectiva, además, el sistema cuenta con una gran resistencia ante ataques del espacio, tierra y ciberataques, esencial para contrarrestar las amenazas actuales y futuras.El vicepresidente de Nothrop Grumman para el programa polar, Alex Fax, ha destacado el compromiso de la empresa con la seguridad nacional y su capacidad tener una línea directa de comunicación con Estados Unidos. Nothrop Grumman parece haber encontrado el camino correcto tras superar con éxito la etapa de revisión preliminar del diseño y conseguir así un posible contrato de producción.