Este tipo de información es esencial para comprender la dinámica de la ionosfera y sus posibles impactos en la comunicación y la navegación en la Tierra.El lanzamiento también incluyó una serie de CubeSats desarrollados por universidades rusas y organizaciones comerciales y el primer satélite de cooperación ruso-china Aturk.Por otra parte, los satélites iraníes privados —Kowsar y Hodhod— marcan el ingreso del sector privado de la República Islámica de Irán al dominio espacial.
El lanzamiento se llevó a cabo en la rampa de lanzamiento que la Guardia Revolucionaria posee a las afueras de la ciudad de Shahroud, a unos 350 kilómetros al este de la capital, Teherán.En febrero, Rusia puso en órbita un satélite iraní de imágenes y sensores remotos, lo que provocó la condena de Estados Unidos. En ese momento, el ministro de Telecomunicaciones de Irán dijo que Teherán había llevado a cabo una docena de lanzamientos de satélites en los dos años anteriores.