medio ambiente espacio ultraterrestre

Elon Musk anuncia un nuevo lanzamiento tras el accidente de abril y la amenaza de una demanda millonaria

De hecho, Musk podría enfrentarse a demandas millonarias y acusaciones por mala gestión por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA). A la polémica, además, se han sumado organizaciones sin ánimo de lucro (ONG) dedicadas a la protección del medio ambiente que critican a la FAA por haber permitido, sin realizar análisis más rigurosos, que SpaceX quebranta la Ley de Política Ambiental Nacional cuando lanzó su cohete, según cuenta el canal de televisión CNBC.En total son cinco las demandas contra la FAA ante el Tribunal del Distrito de Washinfton DC. Los cinco alegan que no se hicieron las pruebas necesarias y reclaman a la FAA que anule la licencia de SpaceX y reclama un ESI (Estudio de Impacto Ambiental) antes de permitir cualquier lanzamiento más.Aunque Musk confirma que está todo bien para hacer un nuevo lanzamiento en unos meses, tendrá que esperar a ver qué curso toma la investigación federal, que por lo que parece no será rápida.

La protección jurídica del medio ambiente del espacio ultraterrestre ante el actual contexto

La creación de tecnología espacial cada vez más sofisticada y avanzada está posibilitando el desarrollo de actividades espaciales que no fueron inicialmente diseñadas bajo el corpus iuris spatialis en el momento de su redacción, como por ejemplo, la minería del espacio ultraterrestre o el desarrollo comercial privado de satélites para telecomunicaciones, internet de las cosas, etc.En la actualidad, las empresas privadas son las protagonistas de impulsar la actividad espacial (megaconstelaciones de satélites), si bien el Estado sigue presente como colaborador con el sector privado (financiación para el proyecto de estación espacial comercial de Orbital Reef) y dirigiendo los grandes proyectos espaciales (Acuerdos Artemis).El aumento en el número de actores privados prestando servicios espaciales, junto con otra serie de actividades en el espacio, ha suscitado cuestiones sobre la sostenibilidad de las misiones espaciales, así como de los graves peligros que puedan suponer para el medio ambiente espacial, los derechos humanos u objetos espaciales activos (pruebas de destrucción de satélites ASAT, 30.000 piezas de basura espacial orbitando la Tierra, aumento de satélites de aproximadamente 7.500 a más de 30.000 en la Órbita Baja Terrestre para el año 2030).