Minutos después ya se establecía comunicación entre el artefacto y nuestro planeta, celebrado con aplausos en la Agencia Espacial Europea (ESA). El siguiente pasoAhora ya queda la espera de un mes, que es lo que tardará Euclid en llegar a su destino, a situarse en el punto de Lagrange (L2) del sistema Sol-Tierra, a una distancia de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en la dirección opuesta al Sol. En ese punto la gravedad del Sol y de la Tierra se compensan de tal modo que Euclid necesitará muy poco combustible para mantener su posición.