(infoespacial.com) Madrid.- La nave automática de carga ATV- 5 Georges Lemaître, cuyo lanzamiento está previsto para este verano, va a probar sus nuevos sensores de aproximación o rendezvous mientras se aproxima a la Estación Espacial Internacional (ISS).
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto su mira en permitir al carguero que realice la maniobra de aproximación y acoplamiento incluso con objetivos poco cooperantes como pueden ser la basura orbital o una cápsula marciana prototipo.
El aparato LIRIS acrónimo de Laser InfraRed Imaging Sensors-, instalado en el Automated Transfer Vehicle o ATV, será el primer paso hacia un rendezvous poco cooperante en el espacio, es decir, un encuentro espacial complicado.
En futuras misiones, las cámaras de infrarrojos y los sensores lidar un haz láser en pulsos que actúa como el radar- escaneará los objetivos mientras los ordenadores a bordo procesarán los datos utilizando un nuevo software de navegación con guiado y de control.
A 30 kilómetros del objetivo se utilizarán cámaras de infrarrojos antes de que las sustituya el lider a 3,5 kilómetros del acomplamiento.
Desde que se lanzó la primera ATV en 2008, todas se han acoplado sin contratiempos con la ISS utilizando navegación por satélite y sensores ópticos.
Los contratistas de la ESA Airbus Defence and Space, Sodern y Jena-Optronik han propuesto utilizer la nave ATV-5 para comprobar el alcance de estos proyectos. La empresa francesa Sodern, especializada en instrumentación espacial, ha suministrado la cámara infrarroja mientras que la alemana Jena-Optronik, especialista en aparatos opto-electrónicos, se ha encargado del lidar.
La misión del ATV-5, que enviará suministros a la ISS, ofrece una oportunidad única para probar en el espacio el Sistema LIRIS en comparación con los actuales sensors de navegación operativos. Una serie de grabadores dentro de la carga presurizada del ATV guardará los datos para que sean posteriormente descargados y analizados.
El hardware está siendo instalado en el ATV en el Spaceport de la ESA en Kourou, en la Guayana Francesa.
Foto: ESA
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