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La misión Proba-3, liderada por Sener, está lista para su lanzamiento en septiembre

La compañía se encarga de la aviónica y de las operaciones, y lleva a cabo las pruebas funcionales en los satélites, así como de la integración y de uno de los instrumentos científicos (3DEES).Su director de Ventas y Desarrollo de Negocio, Frank Preud’homme, comentó ante los medios que "Proba-3 sin duda aportará datos críticos sobre el Sol que beneficiarán la vida en la Tierra, y el vuelo en sincronización será un punto de inflexión para futuras misiones que usen esta tecnología, que seguro tendrá un papel importante en varias misiones europeas". Spacebel, por su parte, ha desarrollado tanto el software embarcado como el segmento de tierra y el simulador para los dos satélites.Firma: ESA - S. CorvajaLa participación españolaProba-3 forma parte del Programa de Tecnología de Soporte General de la ESA, y la participación de España ha sido posible gracias al apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), así como a una estrecha colaboración entre empresas a nivel internacional.El director general de Aeroespacial y Defensa de Sener, José Julián Echevarría, dijo que "esta es una misión especialmente ambiciosa, con un gran potencial para beneficiar a la ingeniería aeroespacial y a la astronomía.

La misión Proba-3 de la ESA entra en su última fase de ensayos con tecnología española

Este proceso será totalmente autónomo y creará un eclipse artificial de seis horas todos los días.Se trata de una misión especialmente ambiciosa, entre otros motivos, por el alto grado de autonomía que implementarán los algoritmos a bordo y por las operaciones relacionadas y la coordinación requerida entre dos plataformas que se mueven muy cerca entre sí en el espacio, aspectos para cuyo éxito las pruebas llevadas a cabo este verano son críticas.

La naves desarrolladas por Sener para la misión Proba-3 de la ESA ya están integradas

Así pues, explica Galano, "estos dos países están a la cabeza de la misión, y esta visita ha brindado a sus delegaciones la oportunidad de ver por sí mismas este hito".La misiónDurante la fase de observación de sus órbitas, "las dos naves formarán una línea recta en el espacio con el Sol exactamente a 144 metros una de otra, de modo que la nave Occulter -equipada con un disco redondo- proyectará una sombra sobre la segunda nave Coronagraph".De este modo, el Oculter "bloqueará el brillante disco solar para permitir al Coronógrafo obtener imágenes de la tenue atmósfera exterior del Sol, conocida como corona, durante un máximo de seis horas seguidas".En la Tierra, la corona "solo es visible durante unos instantes en los raros eclipses solares, pero la disponibilidad de una observación sostenida debería resolver muchos misterios de la corona solar, entre ellos por qué es un millón de grados más caliente que la superficie del Sol de la que irradia".El ingeniero de sistemas de carga útil, Jorg Versluys, explica que "los observatorios terrestres y espaciales suelen incorporar coronógrafos que bloquean el Sol -la nave espacial SOHO de la ESA y la NASA es un ejemplo famoso-, pero su eficacia se ve limitada por la luz que se derrama por los bordes del disco, un fenómeno llamado difracción.

La ESA pone a prueba el sistema de medición láser que usará la misión Proba-3

La Agencia Espacial Europea (ESA) ha probado con éxito el sistema de medición basado en láser que mantendrá la nave espacial de la misión Proba-3, que lanzará dos pequeños satélites en 2024 en "una órbita altamente elíptica", informa la agencia.Estos satélites se convertirán en los objetos controlados "con mayor precisión en el espacio, manteniendo una distancia establecida entre sí con una precisión de nivel milimétrico", asegura la ESA. El director del proyecto Proba-3, Damien Galano, dice que "al mantener su posición relativa entre sí durante hasta seis horas por órbita, a una distancia de 144 metros, la nave espacial Occulter proyectará una sombra sobre su contraparte Coronagraph para formar un eclipse solar artificial en el espacio", que permitirá estudiar tanto la atmósfera exterior como la corona del Sol.El proyecto ha utilizado la cámara de pruebas de vacío 1.5 del Laboratorio de Metrología del Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial (Estec) de la ESA, en la que instalaron durante seis semanas una serie de espejos plegables para hacer rebotar el rayo láser en la distancia necesaria, 250 metros, ya que dicha sala mide solo 60.Juego de espejosEl ingeniero de sistemas de Proba-3, Jorg Versluys, explica que el laboratorio les ayudó a "alinear y mapear con precisión las posiciones de los espejos, usando sus propios rastreadores láser". Versluys explica que las pruebas "permitieron mapear cómo responde el sistema de metrología cuando el objetivo se mueve ligeramente hacia arriba, hacia abajo o de lado a lado".De esta manera, los responsables del proyecto consiguieron recabar suficiente información como para poder "crear una base de datos completa del movimiento de las dos unidades en una escala de píxeles por milímetro que podemos emplear de verdad cuando lleguemos al espacio".Durante la misión, cuando los satélites estén a menos de 250 metros de distancia entre ellos, las cámaras de Occulter generarán imágenes y detectarán los led de la nave Coronagraph.