La sonda —lanzada en 2018— está a 6,1 millones de kilometros de la superficie de la estrella, en el interior de la corona solar. Debido a la proximidad con el Sol, el equipo no tiene contacto con la nave espacial.
La nave espacial Voyager 1 de la NASA, que lleva casi medio siglo surcando el espacio, vuelve a estar en pleno funcionamiento y los cuatro instrumentos científicos que lleva abordo envían datos útiles a la Tierra.
Tras el estudio de la situación y a través de las herramientas de software, los científicos aseguraron haber solucionado el problema.La directora del proyecto, Suzanne Dodd, publicó un comunicado en el que expresaba que el siguiente paso será hacer "una lectura completa de la memoria de la sonda y miraremos todo lo que ha estado haciendo, esto nos ayudará a diagnosticar el problema que causó la telemetría en primer lugar".
Este envío es una colaboración entre el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea y la NASA. Se espera que el sistema llegue a la Luna a mediados de diciembre.