La compañía estadounidense lanzará al espacio 174 libras (79 kilogramos) de material, entre los que destacan los siguientes componentes: el instrumento Lunar Explorer para aplicaciones de biología espacial, que llevará levadura a la superficie lunar y estudiará su respuesta a la radiación y gravedad, gestionado por el Centro de Investigación AMES; un paquete de observación de recursos y prospección in situ para exploración, caracterización y pruebas de perforación, dirigido por la Agencia Espacial Europea (ESA); un conjunto de retrorreflectores láser que medirá con precisión la distancia entre una nave espacial y el reflector del módulo de aterrizaje, funcionando como marcador de ubicación permanente en la Luna durante las próximas décadas, bajo la gestión del Centro de Vuelo Espacial Goddard; el proyecto Surface Exosphere Alternations by Landers, que investigará la respuesta química del regolito lunar a las perturbaciones térmicas, físicas y químicas generadas durante un aterrizaje y, además, evaluará los contaminantes inyectados en el regolito por el módulo de aterrizaje; el magnetómetro Fluxgate, que caracterizará ciertos campos magnéticos para mejorar la comprensión de las trayectorias de energía y partículas en la superficie lunar, administrado por el Telescopio Goddard; y un sistema de imágenes lunares por infrarrojos que desplegará un radiómetro para explorar la composición de la superficie de la Luna, cartografiar la distribución de la temperatura superficial y demostrar la viabilidad del instrumento para futuras actividades de utilización de los recursos lunares, bajo la dirección del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial de la Universidad de Colorado Boulder.Sentando las bases para futuros experimentos científicosLas múltiples entregas comerciales a diferentes regiones geográficas de la Luna ayudarán a la NASA a realizar trabajos científicos y a seguir trabajando para lograr la presencia humana a largo plazo en el satélite.
Los artículos pasaron la prueba de sonido y luego una funcional del módulo de servicio completo con una verificación de fugas en los tanques de combustible de 8000 l y 33 motores del módulo de servicio europeo. Los técnicos del Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida operan una grúa de 30 toneladas para levantar y transferir el módulo de servicio de la nave espacial Orion a la celda FAST el 22 de mayo de 2023, dentro de Neil A. Armstrong Operations and Checkout del puerto espacial. Foto: NASAEl módulo se ubica en la parte superior del cohete, donde experimentará un ruido y una vibración intensa.
La compañía Airbus ha dirigido en nombre de la Agencia Espacial Europea (ESA) las operaciones europeas en la misión que han consistido fundamentalmente en el desarrollo del Módulo de Servicio Europeo (ESM) de la nave Orion, un elemento clave con más de 20.000 piezas y componentes, desde equipos eléctricos hasta propulsores, paneles solares, tanques de propulsión, materiales de soporte vital y varios kilómetros de cables y mangueras.El responsable de Space Systems en Airbus, Jean-Marc Nasr, ha declarado que "el lanzamiento de la nave Orion de la NASA con el Módulo de Servicio Europeo tiene una importancia histórica 50 años después de la última misión lunar tripulada y es otro paso importante hacia el regreso de los astronautas a la Luna".
Posteriormente se realizará una cuenta atrás completa del lanzamiento y se drenarán los tanques para darles la oportunidad a los técnicos de practicar los plazos y procedimientos que utilizarán para el lanzamiento final.La NASA ya intentó realizar la prueba en abril varias veces, pero no pudieron completar el procedimiento debido a problemas de carga de combustible en la etapa de propulsión del cohete.