La empresa española Ienai Space, junto a Lasing y Aldoratech, ha sido seleccionada dentro del Programa Tecnológico Espacial (PTE) de la Agencia Espacial Española (AEE) para liderar el proyecto Atalaia (Aplicación de Técnicas Avanzadas de Litografía y fabricación Aditiva en el desarrollo de un propulsor Iónico con Altas prestaciones), una ambiciosa apuesta para llevar a escala industrial los propulsores eléctricos Athena, desarrollados por Ienai.El proyecto, con un presupuesto de 2,3 millones de euros, está financiado por la AEE a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), con el apoyo de los fondos europeos Next Generation EU.Con la participación, además, del CNM-CSIC y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), Atalaia tiene como objetivo implementar técnicas de fabricación avanzadas que permitan producir cientos de unidades de los motores anualmente, reduciendo costes y aumentando fiabilidad, repetibilidad y eficiencia.Durante la reunión de lanzamiento, celebrada en febrero de 2025 en las oficinas centrales de Ienai Space en Madrid, los socios definieron la hoja de ruta para validar tecnologías clave como fabricación láser y fotónica, para producir estructuras de precisión extrema; litografía de dos fotones, que permite generar microcomponentes complejos; moldeo por inyección de cerámicas, metales y polímeros técnicos, para escalabilidad y robustez; nanotexturización de superficies, orientada a optimizar los emisores de electropulverización, una tecnología crítica del sistema Athena.“Atalaia nos permitirá llevar la tecnología Athena al siguiente nivel, explorando nuevas fronteras en fabricación avanzada y allanando el camino hacia la producción en serie de nuestros futuros propulsores iónicos”, ha declarado Sara Correyero, COO de Ienai Space y directora del proyecto. Athena es un sistema de propulsión eléctrica compacto, modular y altamente eficiente, diseñado para CubeSats y pequeños satélites.
La segunda misión de aterrizaje lunar de Intuitive Machines llegó a la superficie de la Luna el pasado 6 de marzo, pero quedó de lado y no pudo cargar sus baterías, afectando el desarrollo de sus experimentos científicos y demostraciones tecnológicas.En una conferencia de prensa realizada aproximadamente tres horas y media después del aterrizaje del módulo Athena en la región del polo sur lunar durante la misión IM-2, ejecutivos de la empresa confirmaron que la nave estaba “algo inclinada”.“Hemos sido muy exitosos hasta este punto, sin embargo, debo decir que no creemos que estemos en la actitud correcta sobre la superficie de la Luna”, dijo Steve Altemus, director ejecutivo de Intuitive Machines, durante la conferencia.Más tarde, explicó que los ingenieros estaban recibiendo datos contradictorios tras el aterrizaje.
El CEO contempla todas las posibilidades antes del despegue: "En caso de que falle tenemos planeadas varias misiones para el año que viene, es muy importante poder enseñar nuestra tecnología en órbita, es nuestra meta y vamos a hacerlo". La propulsión eléctrica El cohete llevará a órbita dos demostradores tecnológicos para los futuros propulsores Athena con los que la empresa española espera irrumpir en el mercado global de la propulsión eléctrica.
Firefly también ha informado de que el próximo intento de lanzamiento se realizará el próximo 19 o 20 de septiembre.La realización de este vuelo supone el segundo intento para el Alpha tras la explosión de su versión anterior en septiembre del año 2021, aquel error designaba al lanzamiento de ayer como una misión de alto riesgo y, para no repetir lo sucedido el año pasado, los ingenieros de la compañía han decidido no asumir riesgos con respecto al despegue.