Cuenta con más de 1.000 empleados cualificados en sus cinco intalaciones, de los que apróximadamente un 30% están involucrados en investigaxión y desarrollo, operando en Italia, Francia y la Guayana Francesa. La experiencia y el saber hacer adquiridos en más de 50 años permiten a día de hoy a Avio competir con los mejores actores en el segmento de propulsión sólida, líquida y criogénica para lanzadores espaciales y misiles tácticos militares.Avio es también el contratista principal para los programas Vega y Vega C, y un subcontratista del programa Ariane, ambos financiados por la Agencia Espacial Europea (ESA).
Ranzo ha agradecido "a todo el equipo de Avio y Arianespace por su gran trabajo en equipo para garantizar el acceso autónomo europeo al espacio".La compañía explica que estos satélites se utilizarán "para vigilar con precisión las temperaturas de la superficie terrestre y de los océanos, la calidad del aire, y para mejorar la calidad de la vida de la superficie terrestre y de los océanos", así como "la calidad del aire y mejorar la estimación de las emisiones mundiales de dióxido de carbono y otros contaminantes" para logar "los objetivos mundiales de descarbonización y y la reducción de las emisiones". El CEO de Arianespace, Stéphane Israël, ha agradecido tanto a la Comisión Europea como a la Agencia Espacial Europea (ESA) por "seguir confiándonos el lanzamiento de los satélites Sentinel del programa Copernicus".La empresa asegura que Vega C representa la solución más conveniente y versátil para el lanzamiento de satélites de observación de la Tierra en la órbita terrestre baja", habiendo realizado los lanzamientos de Sentinel 2-A en junio de 2015 y Sentinel 2-B en marzo de 2017. Los satélites- Sentinel-1D estará equipado con un radar de apertura sintética (SAR) para proporcionar observaciones oceánicas y terrestres de alta resolución.
Vega-C realizó su primer vuelo con éxito el pasado miércoles desde el puerto espacial de europeo en la Guayana Francesa.