Tanto el hardware como el software de ExoMy son completamente de código abierto, junto con instrucciones detalladas de construcción y ensamblaje .“En este Taller de Robótica de la Academia de la ESA 2024 han participado un total de 30 estudiantes universitarios con formación en ingeniería o robótica, de 14 Estados miembros diferentes de la ESA y Canadá”, explicó el ingeniero en robótica Marti Vilella Ramisa, de la sección de Robótica de Automatización de la ESA .Los participantes no necesitaban tener conocimientos previos de los temas tratados; el objetivo era familiarizarlos con el diseño y el funcionamiento de un rover impreso en 3D, inspirado en el Rosalind Franklin de la misión ExoMars de la ESA, que se enviará a investigar la superficie del Planeta Rojo a finales de esta década.El taller de cuatro días incluyó una combinación de conferencias y tutoriales, y luego ejercicios prácticos para poner a prueba los nuevos conocimientos adquiridos.
El ensayo también implicó al ESOC, lo que permitió al equipo de operaciones de Hera con base en Alemania operar la nave espacial de forma remota y transmitir telemetría y datos a través de la antena de alta ganancia de 1,13 metros de diámetro que posee el sistema, , exactamente como lo harán una vez que Hera esté en el espacio.Misión DART Hera es la primera misión de la ESA concebida para la defensa planetaria.
La española Emxys ha sido considerada por la Agencia Espacial Europea (ESA) para participar en el Hera Mission Science Community Workshop, un encuentro de debate sobre la primera misión de defensa planetaria que se desarrolló en el Centro Tecnológico Estec en Países Bajos durante abril pasado. Durante el evento se han abordado los detalles específicos sobre las operaciones y procedimientos de Hera, cuyo lanzamiento está previsto para octubre de este año.Uno de los puntos clave ha sido el funcionamiento Grass, el instrumento de medición de gravedad desarrollado por Emxys y el Real Observatorio de Bélgica (ROB). Este instrumento estará a bordo de uno de los cubesats a bordo de Hera, Juventas, que tras ser desplegado por la nave principal se dirigirá hacia el asteroide binario Didymos y, en su fase final, terminará aterrizando en la luna de Didymos, Dimorphos.El CEO de Emxys, José Antonio Carrasco, ha explicado que “con la participación en la misión Hera, la empresa se sitúa a la vanguardia de la exploración espacial de objetos cercanos a la tierra (NEOs), tales como asteroides o cometas.
Hacia finales de septiembre, los responsables identificaron tres problemas: sus sensores perdían el rastro de las estrellas, la luz solar obstaculizaba su observación y los rayos X se colaban en la información capturada a través de su instrumento visible (VIS).Desde la ESA explican que Euclid está experimentando un dilema común al que se enfrentan las naves una vez que llegan al Espacio: el agua absorbida del aire durante el montaje en la Tierra ahora se está liberando gradualmente de ciertos componentes de la nave espacial, arrastrados por el vacío. En el frío glacial de su nuevo entorno, esas moléculas tienden a adherirse a la primera superficie en la que aterrizan, y cuando aterrizan en la óptica de esta misión altamente sensible, pueden causar problemas.El científico de calibración del consorcio Euclid y uno de los principales diseñadores del nuevo plan de deshielo, Mischa Schirmer, detalla que "comparamos la luz de las estrellas que entra a través del instrumento VIS con el brillo registrado de las mismas estrellas en épocas anteriores, vistas tanto por Euclid como por la misión Gaia de la ESA. Algunas estrellas del Universo varían en su luminosidad, pero la mayoría son estables durante muchos millones de años.
Es posible que la exposición a la hipergravedad haga que las membranas celulares se vuelvan frágiles, provocando hemólisis".La doctora agrega que la mayoría de los estudios existentes se ha realizado en microgravedad, pero para llegar a esa condición, los astronautas primero experimentan un periodo "breve pero intenso de hipergravedad. Así que decidimos investigar los efectos que esta fase inicial podría tener en términos de provocar hemólisis en el espacio más adelante".Firma: ESAPara las pruebas de hipergravedad, el equipo preparó varios niveles de soluciones hipotónicas para realizar "pruebas de fragilidad osmótica" en muestras expuestas a gravedades terrestres de 7,5 y 15, así como a la gravedad normal como control.
Poco más de un año después, la misión Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA), que viajará unos 11 millones de kilómetros para estudiar el cráter provocado, acaba de cumplir un hito: ha completado las pruebas acústicas, lo que confirma que la nave puede soportar el sonido de su propio despegue hacia la órbita.Los ensayos se realizaron en el Centro Europeo de Investigación y Tecnología Espacial (Estec) de la ESA en Países Bajos, que posee la cámara LEAF (Large European Acoustic Facility), de 11 metros de ancho, por nueve de profundidad y 16,4 de alto. En una de sus paredes se incrusta un conjunto bocinas sonoras, donde el nitrógeno inyectado puede producir un rango de ruido de hasta más de 154 decibeles, como estar cerca de varios aviones que despegan a la vez.Diseño de la misión Hera y sus dos CubeSats (Juventus y Milani). Firma: ESA/Oficina CientíficaEl ingeniero de Sistemas de Hera, Diego Escorial Olmos, comenta que "el lanzamiento será el día más estresante de la vida de Hera, por lo que hemos trabajado duro para simularlo durante nuestra fase de prueba mecánica, primero haciendo vibrar la nave espacial en las mesas vibratorias del Centro de pruebas Estec y luego ahora, agregándole un perfil de ruido proveniente de nuestro proveedor de lanzamiento, para que sea lo más fiel posible a la realidad".El ingeniero de estructuras de la ESA, Simon Whent, que apoya el diseño de la estructura de la nave espacial Hera y muchas de sus cargas útiles, dice que "aunque estas pruebas acústicas han sido modeladas exhaustivamente de antemano, todavía fue un momento angustioso cuando las puertas gigantes de la cámara LEAF se cierran y luego se activan las bocinas.
Cada 75 minutos, durante los seis años que dure su misión, el telescopio debe apuntar a un nuevo campo en el cielo con extrema precisión y estabilidad.Para ello, la nave espacial cuenta con un Sensor de Orientación Fina (FGS), un desarrollo nuevo en Europa hecho de sensores ópticos que detectan y fijan estrellas encontradas por la misión Gaia de la ESA, usándolas como guías para navegar y determinar exactamente hacia dónde debe ser apuntado. Esta información se introduce en el 'Sistema de control de actitud y órbita' que controla la orientación y el movimiento orbital de Euclid.Sin embargo, se han registrado tres problemas que fueron imposibles de considerar en las pruebas en tierra: sus sensores de orientación pierden intermitentemente el rastro de las estrellas, la luz solar "perdida" obstaculiza su observación del Universo y los rayos X que se cuelan en las imágenes de los instrumentos.
Este punto, junto con los otros cuatro, se conocen como mesetas y suponen zonas ideales para orbitar objetos. Euclides se unirá al telescopio Gaia de la ESA en L2 y al Telescopio Espacial James Webb de la NASA/ESA, a una distancia media de 1,5 millones de kilómetros más allá de la órbita de la Tierra a través de la red Estrack de estaciones terrestres de la ESA en todo en el mundo, para estudiar la evolución y detalles precisos del universo primitivo.Equipos de la ESA, SpaceX, estaciones terrestres y Thales están colaborando para simular y prepararse para el lanzamiento de Euclides.
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS en sus siglas en inglés) operarán en remoto desde el espacio tres robots en tierra gracias al programa Surface Avatar, que engloba: un sistema de aterrizaje con un brazo robótico que podrá cargar y descargar muestras; un robot humanoide llamado Rollin; y por último y un perro-robot bautizado como Bert. Los diferentes robots trabajarán juntos en tierra y serán comandados por la tripulación en la ISS mediante una computadora, un joystick y un dispositivo de entrada de siete grados de libertad.
La ESA avanza que se espera el lanzamiento de otros 10 satélites de primera generación en los próximos años, más otros dos de segunda generación "de capacidad mejorada que actualmente se están construyendo para pruebas y calificación en Estec".Benedicto asegura que "Galileo ha aportado valor añadido a los usuarios de todo el mundo y ha aportado soberanía a Europa en el sector crucial de la navegación por satélite, que se ha convertido en el mercado espacial descendente más grande, sustentando muchos elementos de la economía europea". Precisión sin precedentesEl pasado 24 de enero, el nuevo servicio de alta precisión (HAS) de Galileo, comenzó a operar para "ofrecer niveles de precisión en posicionamiento sin precedentes". La ESA explica que el nuevo servicio ofrece una precisión horizontal de hasta 20 cm y vertical de 40 cm, algo que es posible "gracias a un nivel adicional de correcciones de posicionamiento en tiempo real realizadas a través de un nuevo flujo de datos dentro de la señal existente de Galileo". Con la puesta en funcionamiento del HAS de Galileo, la Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial (Euspa) asegura que el sistema de satélites europeo ha alcanzado "niveles sin precedentes al ofrecer a los usuarios una precisión submétrica en la mayor parte del planeta". El director ejecutivo de la Agencia, Rodrigo da Costa, ha admitido que "este nuevo servicio ha sido posible gracias a la excepcional cooperación y al trabajo de equipo de todos los socios implicados".La Euspa explica que el servicio es necesario para suplir a "las tecnologías emergentes, como los vehículos aéreos no tripulados y los vehículos autónomos", que requieren "rigurosos niveles de precisión para una mejor experiencia de navegación, mayor seguridad y gestión eficaz del tráfico". Además, un posicionamiento más preciso "permitirá introducir aplicaciones innovadoras en el transporte, la agricultura, la geodesia, el entretenimiento y muchos otros sectores existentes". Además, el HAS se ha convertido en "la primera constelación mundial capaz de proporcionar un servicio global de alta precisión directamente a través de la señal en el espacio", aportando "una precisión típica decimétrica en condiciones de uso nominales".