De lo poco que se ha revelado es que ha servido para probar tecnologías fotovoltaicas y de transmisión de energía a tierra, que ha estudiado los efectos de la exposición del espacio en materiales orgánicos y que se ha probado a lanzar con una nave más pequeña a bordo.
A nivel nacional, se trata del lanzamiento número 38 de un cohete por parte de China en lo que va de año.
China sigue marcando las distancias en la carrera espacial contra EEUU. El país llegó con éxito en 2021 a Marte con la misión Tianwen-1, y lo hizo a la primera, sin cometer ningún fallo, de hecho, si hubiera tenido un solo error la misión hubiera sido nula, cada paso tenía una sola oprtunidad y las acciones estaban estrechamente coordinadas, lo que ha dejado muy claro al resto de competidores que el gigante asiático es el rival a batir. China trabaja para conseguir la primera posición en la exploración del Universo y su nueva apuesta es la misión Tianwen-2, que será lanzada por China entorno a 2025 para reunir muestras de un asteroide próximo a la Tierra y examinar un cometa.