La española GMV en el Vega VV-02

(infoespacial.com).- El lanzamiento esta madrugada de Vega, el cohete más pequeño de la flota europea y con capacidad para colocar en órbitas bajas y polares hasta 1,5 toneladas, ha contada con la presencia en Kurú de personal de la empresa española GMV que ha participado en algunos de los nuevos desarrollos que incorporaba el lanzador en el vuelo VV-02.

Este lanzamiento, primero después del de calificación del lanzador en febrero del año pasado, ha representado un paso muy relevante hacia la explotación comercial de Vega, enmarcado dentro del programa VERTA de Acompañamiento de Investigación y Tecnología para Vega (Vega Research and Technology Accompaniment) de la Agencia Europea del Espacio (ESA).

Entre las novedades más relevantes del vuelo VV-02 está, sin duda, el uso por primera vez del nuevo software de vuelo, el FPSA (Flight Program Software Alternative) que ha permitido efectuar un lanzamiento múltiple a dos órbitas diferentes utilizando el adaptador multi-carga VESPA (Vega Secondary Payload Adapter), indicaron a infoespacial.com los especialistas de GMV.

La enorme flexibilidad de la última etapa del lanzador Vega (denominado AVUM), que permite hasta 5 reencendidos del motor, junto con la versatilidad del FPSA, hacen del cohete europeo ligero un lanzador muy adecuado para lanzamientos múltiples de pequeñas cargas.

El VV-02 ha demostrado por completo esta capacidad del lanzador, permitiendo que se hayan alcanzado dos orbitas con una diferencia importante en altura (820 km de altura en la primera y 704 km de altura en la segunda) y también un cambio de inclinación entre la dos órbitas a través de una maniobra específica de cambio de plano.

GMV ha participado durante los últimos tres años en el FPSA de Vega con un papel muy relevante en diferentes áreas.

El equipo de la empresa española, integrado en el equipo de sistemas del contratista principal, European Launch Vehicle (ELV), ha participado activamente en las diferentes actividades de diseño y validación de los algoritmos de GNC. En este marco, una actividad muy relevante ha sido la contribución al sistema RACS que se encarga del control de actitud del cohete durante las fases balísticas (sin propulsión) y que gestiona la velocidad de roll (alabeo) durante las fases propulsivas.

El personal de GMV ha desarrollado dentro de sus áreas de competencia, diferentes tareas como son el análisis de los requisitos, el diseño de arquitecturas y detallado de los algoritmos, o la validación preliminar de los prototipos software dentro del simulador de vuelo del lanzador.

Además, GMV ha sido responsable de asegurar la calidad del software o SW-QA (Software Quality Assurance) del FPSA y de proporcionar soporte a las actividades de RAMS (Reliability, Availability Maintainability and Safety), formando parte del equipo responsable del desarrollo del software.

Cabe destacar también la contribución al sistema de guiado, en el que GMV se ha encargado de analizar técnicas de guiado en bucle cerrado para la fases de re-encendido de la última etapa (AVUM), entre ellas la de la mejora de los algoritmos de apuntamiento del mismo, así como el estudio de la maniobra que permite limitar la dispersión en el punto de impacto en tierra de la tercera etapa del cohete lanzador (Z9) al final de la fase propulsiva.

En cuanto a la navegación, GMV se ha encargado de verificar y justificar el diseño de la nueva gestión de fallos (FDIR) de la plataforma inercial en caso de errores en las medidas de aceleración.

La tareas más relevantes desarrolladas por GMV en VEGA fueron el desarrollo y mantenimiento del Plan de RAMS software; la revisión y actualización del Análisis de Criticidad de Software; la ejecución de los análisis de RAMS con su correspondiente documentación; participación en las Revisiones Técnicas, participación en la elaboración del Plan de Pruebas y coordinación con la organización industrial de FPSA en todas las materias relacionadas con RAMS.

La participación de GMV en VEGA ha combinado las labores desarrolladas en sus propias instalaciones, cubriendo principalmente las actividades relacionadas con análisis e informes, y las actividades desarrolladas directamente en las instalaciones de ELV en Colleferro, Italia.