Además, Fauré recalcó que la cooperación internacional ha sido clave, con más de 200 institutos de investigación y 45 empresas de toda Europa trabajando para entregar esta nave espacial.Predicción meteorológicaEarthCARE trazará perfiles verticales de aerosoles naturales y artificiales, registrará la distribución de gotas de agua y cristales de hielo y cómo se transportan en las nubes, y aportará datos esenciales para mejorar la modelización del calentamiento del clima y la predicción meteorológica.La combinación de instrumentos permitirá a los científicos, por primera vez, evaluar directamente el papel de las nubes y los aerosoles en el balance de radiación de la Tierra con un sistema de satélite integrado, reduciendo así las incertidumbres actuales.Bajo la dirección de Airbus —en Friedrichshafen (Alemania)— la nave espacial fue desarrollada, construida y probada con la participación de expertos de 15 países europeos, como así también de Japón y Canadá.EarthCARE girará alrededor de la Tierra en una órbita polar heliosíncrona de 400 km, y cruzará el ecuador a primera hora de la tarde para optimizar las condiciones de luz diurna.
El satélite EarthCARE (Earth Clouds, Aerosols and Radiation Explorer) de Airbus ha dejado Europa para su lanzamiento, previsto para mayo. El despegue será a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX desde la base Vandenberg de la Fuerza Espacial de Estados Unidos (USSF) en California.Se trata de la misión de vigilancia climática más compleja del programa FutureEO de la Agencia Espacial Europea (ESA), que estudiará el papel que desempeñan las nubes y los aerosoles en los cambios de temperatura de la atmósfera terrestre.
La nave espacial, completamente probada, se está preparando ahora para su campaña de lanzamiento, cuyo despegue está previsto para mayo de 2024 desde la Base Vandenberg en California, Estados Unidos, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.Según detallan los especialistas, el Explorador de Nubes, Aerosoles y Radiación de la Tierra ayudará a los científicos a comprender mejor el cambio climático. Las nubes influyen en el equilibrio energético de la Tierra (entendiéndose como el equilibrio entre la energía entrante del Sol y la que sale de la Tierra), el clima y el tiempo.
Así mismo, España participa y colabora en los principales programas espaciales europeos y de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), lo cual sirve a la industria para tener mayor alcance internacional y para potenciar su crecimiento.
Uno de ellos es el estudio de los aerosoles o pequeñas partículas atmosféricas y las nubes, que son un regulador clave de la temperatura media de la Tierra. Aquí entra la misión científica EarthCARE, una empresa conjunta entre Europa (ESA) y Japón (JAXA), para calcular el papel que juegan las nubes y los aerosoles en el calentamiento y enfriamiento de la atmósfera terrestre. Las nubes influyen en el equilibrio energético de la Tierra, el clima y el tiempo. Los aerosoles repercuten en el ciclo de la vida de las nubes, absorben y retienen agua o se transforma en el núcleo de las gotas de las nubes. Los científicos podrán utilizar los datos para fabricar modelos convenientes para el desarrollo de las nubes, su comportamiento, interacción con los aerosoles y composición.Como respaldo para esta investigación, EarthCARE cuenta con más de 200 instituciones de investigación de todo el mundo. El satélite será lanzado el próximo año, tras completar con éxito las pruebas de compatibilidad electromagnética.
Para ello lleva dos grandes instrumentos: un lidar, dispositivo que permite determinar la distancia desde un emisor láser a un objeto, llamado Atlid, desarrollado también por Airbus para medir los perfiles verticales de los aerosoles y las nubes finas; y un radar de perfil de nubes (CPR) para medir los rasgos verticales de las nubes gruesas y las precipitaciones proporcionado por la JAXA.Atlid, el segundo lidar europeo en órbitaEl Atlid, construido por Airbus en Toulouse (Francia), opera en el espectro ultravioleta a una longitud de onda de 355 nm y utiliza el efecto doppler para proporcionar perfiles verticales desde unos 100 metros sobre el suelo hasta una altura máxima de 20 kilómetros, o desde 500 metros hasta una altura máxima de 20 a 40 kilómetros.