El brazo tiene su entrega prevista para 2025 y formará parte de una misión a Marte dirigida por la NASA en colaboración con la ESA. El instrumento se instalará en el Sample Retrieval Lander de la agencia estadounidense y recuperará los tubos llenos de muestras de suelo marciano que previamente haya recogido el róver Mars 2020.
Esta unión hará que las compañías trabajen de manera conjunta para investigar el impacto en el sector espacial de tecnologías como la inteligencia artificial, la computación de alto rendimiento, la computación cuántica, el big data y el aprendizaje automático.