Funcionarios militares estadounidenses creen que Rusia y China están probando nuevas capacidades espaciales ofensivas, y denuncian que ambos países han llevado a cabo en los últimos meses misiones de entrenamiento satelital con sistemas ASAT, es decir, creados para destruir satélites. El pasado mes de marzo, satélites militares rusos estuvieron practicando “tácticas de ataque y de defensa”, realizando maniobras destinadas a aumentar la competencia de su fuerza espacial, según reveló a CNN un funcionario del Pentágono.
Este tipo de información es esencial para comprender la dinámica de la ionosfera y sus posibles impactos en la comunicación y la navegación en la Tierra.El lanzamiento también incluyó una serie de CubeSats desarrollados por universidades rusas y organizaciones comerciales y el primer satélite de cooperación ruso-china Aturk.Por otra parte, los satélites iraníes privados —Kowsar y Hodhod— marcan el ingreso del sector privado de la República Islámica de Irán al dominio espacial.
El cosmonauta de origen ruso, Fiódor Yurchijin, impartió conferencias en El Salvador y anunció proyectos conjuntos que incluyen la construcción de un satélite con participación de estudiantes locales y la posibilidad de enviar a un salvadoreño al espacio.
El anuncio se ha hecho público el pasado 5 de septiembre en la segunda Conferencia Internacional de Exploración del Espacio Profundo, en la provincia china de Anhui.Según el diseñador jefe del proyecto chino de exploración del espacio profundo, Wu Yanhua, el modelo ampliado será una "red integral de estaciones lunares que utilizará la estación de la órbita lunar como su centro neurálgico y la estación del polo sur como su base principal".
La Corporación Espacial Estatal rusa Roscosmos ha comunicado que los cosmonautas Oleg Kononenko y Nikolai Chub y la astronauta de la Nasa Tracy Caldwell-Dyson dejarán la Estación Espacial Internaional (ISS) y volveran a la Tierra a bordo de la nave espacial Soyuz MS-25 el próximo 23 de septiembre.Cabe recordar que Tracy Caldwell-Dyson viajó a la ISS con el cosmonauta ruso Oleg Novitskiy y la bielorrusa Marina Vasilévskaya, pero estos dos últimos regresaron el pasado 6 de abril en la Soyuz MS-24.
Como parte de las sanciones internacionales decretadas contra Moscú por el inicio de la ofensiva, los países occidentales rompieron muchas de sus relaciones con Roscosmos en el campo espacial.
De hecho, la NASA ha elegido a SpaceX como la empresa que desarrollará y entregará el vehículo de desorbitación estadounidense, una especie de remolcador espacial capaz de garantizar que el proceso evite riesgos en áreas pobladas, pues implica que algunas partes voluminosas de la ISS no se desintegrarán por completo al travesar la atmósfera terrestre y terminarán cayendo previsiblemente en aguas del Océano Pacífico.
Estados Unidos debería reforzar las prestaciones de los satélites LEO que apoyan al comando y control militar norteamericano preocupado, entre otras funciones, de los efectos de la radiación de posibles detonaciones atómicas a gran altitud, según un reciente informe difundido por el think tank Atlantic Council, con sede en Washington D.C. El Centro Scowcroft para Estrategia y Seguridad del Atlantic Council ha publicado esta semana un estudio, titulado Modernización del comando, control y comunicaciones nucleares basados en el espacio, que recomienda proteger los elementos espaciales del Sistema de Comando, Control y Comunicaciones Nucleares (NC3) de Estados Unidos.
Las cuatro seleccionadas son HyPrSpace, Latitude, Sirius y Maiaspace.Esta política gala mira de reojo al concurso que la ESA lanzará en 2025 para promover la próxima generación de micro y minilanzadores, una vez superada la era del Ariane 6 y el Vega-C. Es probable que, en ese contexto, compitan con otros actores del continente.
Una vez a bordo de la Estación, el trío se unirá a los miembros de la tripulación Crew-70, incluidos los estadounidenses Loral O'Hara, Matthew Dominick, Mike Barratt y Jeanette Epps; y los rusos Oleg Kononenko, Nikolai Chub y Alexander Grebenkin.La tripulación antes de que se abortara la misión.
También ha allanado el camino para nuestras nuevas misiones que estudian esta región".Por otro lado, la ejecutiva del programa Timed, Heather Futrell, aseguró que "como la sexta misión heliofísica más antigua de la NASA, sus hallazgos y desempeño durante los últimos 20 años han ayudado a dar forma a nuestro enfoque para las misiones que se han lanzado desde entonces y que se lanzarán en los próximos años.
Sin embargo, hacia fines de la semana pasada, la agencia oficial TASS informó del "éxito" en la puesta en órbita de un satélite, a través de un cohete Soyuz-2.1v, para satisfacer las necesidades de su Ministerio de Defensa.Si bien no han revelado si se trata del ingenio que preocupa en Estados Unidos, sí explicaron que "los oficiales del Centro Principal de Reconocimiento del Espacio Ultraterrestre de las Fuerzas Aeroespaciales hicieron una entrada sobre la nave espacial en el Registro Principal de Objetos Espaciales del Sistema de Control Espacial Ruso".
El cosmonauta ha batido el récord que, hasta este domingo, poseía su compatriota Gennady Padalka, quien estuvo 878 días, 11 horas, 29 minutos y 48 segundos entre 1998 y 2015.Más allá de lo conseguido, se espera que Kononenko siga sumando hitos, ya que su permanencia en la Estación está proyectada hasta el próximo lunes 23 de septiembre.
Por contrapartida, hacia 2021 ya había aumentado a 135 lanzamientos con éxito.Firma: SpaceXAumento del gasto públicoEste año que se va también fue el de mayor gasto espacial a nivel gubernamental: 117.000 millones de dólares, un aumento del 15 % en comparación con 2022. Los datos corresponden a la consultora Euroconsult,que advierte un cambio de paradigma: si a lo largo de la historia, la inversión pública se ha dirigido, predominantemente, a actividades civiles, ahora los gastos en Defensa toman la delantera.De acuerdo al estudio, esto subraya "el papel fundamental del espacio en una era caracterizada por la escalada de tensiones globales.
La agencia Roscosmos detalla que ha atracado en el módulo Poisk de su segmento en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) para entregar más de 2.500 kilos de carga.
Esta advertencia, realizada en la televisión estatal, ocurre un mes después de que se detectara una fuga de refrigerante en el módulo Nauka, que finalmente se trató de una acumulación de amoníaco.Dicha filtración, la tercera en menos de un año, ha levantado dudas y sospechas sobre la confiabilidad en el programa espacial del país euroasiático, que en agosto experimentó el fracaso de la misión Luna-25, que apostaba por llegar al codiciado polo sur y habría causado un cráter en su superficie.
Los profesionales describieron la acumulación de amoníaco como "una creciente gota" que los obligó a limpiar sus trajes antes de reingresar a la ISS por la esclusa Poisk.Además, la dupla lanzó un nanosatélite para probar una tecnología de velas solares, que no logró desplegarse.
Por tercera vez en menos de un año, el segmento ruso sufrió un incidente, la fuga de refrigerante a través de un radiador en el módulo de laboratorio multipropósito (MLM) Nauka.De todas maneras la filtración ya ha cesado, como informaron los controladores de vuelo de Roscosmos y las cámaras de la estación externa, que muestran sólo gotas residuales. El radiador principal de Nauka continúa funcionando normalmente, proporcionando enfriamiento completo al módulo sin impacto para la tripulación ni para las operaciones de la estación espacial. Las actividades extravehiculares, en tanto, programadas para este jueves 12 y el viernes 20 de octubre, han sido pospuestas hasta que se complete la revisión y no se han anunciado nuevas fechas.El comandante de la ISS Andreas Mogensen entrenando para una caminata espacial.
En menor medida aparecen los fondos destinados a la exploración del espacio profundo y las misiones de astronomía, astrofísica y heliofísica.La directora de Euroconsult, Natalia Larrea, afirmó que "estamos al borde de una nueva era en la exploración espacial marcada por un paradigma de colaboración y competencia.
La nave Soyuz MS-24 despegó, con ayuda del cohete portador Soyuz-2.1, desde cosmódromo Baikonur, en Kazajistán, con los astronautas Loral O'Hara (NASA), Oleg Kononenko y Nikolai Chub (Roscosmos).El vuelo de la estadounidense en un cohete ruso, el primero de su carrera, ha sido posible gracias a un acuerdo, vigente desde julio del año pasado, que permite el intercambio entre ambas agencias espaciales pese a la guerra en Ucrania.