United Launch Alliance (ULA) se dispone a lanzar hoy miércoles 9 de abril los primeros 27 satélites de los más de 3.200 planificados para la constelación de Internet de banda ancha Proyecto Kuiper de Amazon, aproximadamente un año después de lo previsto.Amazon dijo que se está preparando para lanzar su primer lote de satélites a la órbita terrestre baja (LEO) en un cohete Atlas V desde la Estación de la Fuerza Espacial de Estados Unidos en Cabo Cañaveral, Florida, como parte de la misión denominada KA-01 (Kuiper Atlas 1).Los satélites presentan mejoras significativas con respecto a los dos prototipos que ULA lanzó en un Atlas V en 2023, según Amazon, incluidas antenas de matriz en fase mejoradas, procesadores, paneles solares, propulsión y enlaces ópticos entre satélites.Las exitosas pruebas de prototipos en órbita le dieron a Amazon la confianza de que podría comenzar a poner en servicio satélites operativos, construidos en una instalación en Kirkland, Washington, en la primera mitad de 2024, lo que permitirá realizar pruebas beta con clientes potenciales como las operadoras Verizon y Vodafone más adelante ese año.Amazon dijo que el KA-01 sería la carga útil más pesada jamás volada en un Atlas V, que utilizará su configuración más poderosa (cinco cohetes impulsores sólidos más el impulsor principal) para desplegar los satélites a 450 kilómetros sobre la Tierra.ULA tiene contrato para volar siete Atlas V más para el Proyecto Kuiper y 38 lanzamientos utilizando su cohete Vulcan Centaur más grande.El acuerdo de lanzamiento multimillonario de Amazon para el Proyecto Kuiper también incluye tres misiones Falcon 9 de SpaceX , 18 lanzamientos de Ariane 6 de Arianespace y hasta 27 cohetes New Glenn de Blue Origin.
En total, la Fuerza Espacial espera lanzar 84 misiones de 2027 a 2032, entre las que se encuentran las 54 adjudicadas ahora, que se corresponde a una línea con requisitos de seguridad y rendimiento más estrictos.
Blue Ghost aterrizará entonces en los domos, desplegará el rover de Honeybee Robotics y apoyará las operaciones de carga útil durante aproximadamente 14 días en la superficie lunar.Como parte de la tercera misión de Firefly a la Luna, el rover de Honeybee ayudará a investigar la composición del subsuelo del Domo Gamma de Gruithuisen, con elementos del conjunto Lunar Vulkan Imaging and Spectroscopy Explorer (Lunar-VISE) de la NASA. Lunar-VISE cuenta con múltiples instrumentos, incluyendo dos cámaras ajustadas al módulo de aterrizaje Blue Ghost de Firefly que caracterizarán el lugar de aterrizaje y la trayectoria del rover, así como un sistema de cámara multiespectral infrarroja y un espectrómetro acoplado al vehículo que medirá las emisiones de rayos gamma y neutrones.Seis cargas útilesEl rover recorrerá el borde sur del Domo Gamma de Gruithuisen y atravesará un campo de rocas para alcanzar el borde de un cráter de impacto reciente.
El viaje, que ha llevado a la tripulación a experimentar la ingravidez al límite de la atmósfera terrestre, ha salido a las 16.50 horas de este martes y ha durado 10 minutos.El presentador de casi 60 años de edad, tercer español en concretar un viaje de estas características tras Miguel López-Alegría y Pedro Duque, ha viajado al espacio en el marco del acuerdo entre Mediaset y Amazon Prime Video.Al respecto, el vicepresidente senior de New Shepard, Phil Joyce, indicó: “No hay nada como ver la diversidad entre nuestras tripulaciones, y esta misión reunió a personas de todo el mundo: científicos, médicos, empresarios y aventureros”.
El presentador de tv viaja para la realización de Calleja en el espacio, un programa que realiza junto a Prime Video y que ya estrenó sus tres primeros episodios.
El cohete regresó a la Tierra para un aterrizaje vertical en una plataforma de aterrizaje poco más de siete minutos después, y la cápsula hizo lo mismo aterrizando con paracaídas en el polvoriento desierto texano unos 10 minutos después del lanzamiento.Durante el vuelo, la cápsula generó fuerzas de gravedad lunar, algo inédito en una misión New Shepard.
Por ahora, sin embargo, SpaceX mantiene el liderazgo, mientras que otros competidores como United Launch Alliance, Arianespace y Rocket Lab, van muy rezagados.Bezos fundó Blue Origin en 2000, dos años antes que Musk fundara SpaceX, pero adoptó un desarrollo más cauteloso, en contraste con la filosofía de sus rivales "falla rápido, aprende rápido"."Ha habido impaciencia en la comunidad espacial con el muy deliberado enfoque de Blue Origin", aseguró a la agencia France Press Scott Pace, un analista de las políticas espaciales en la universidad George Washington y exmiembro del Consejo Nacional Espacial de EEUU.Si New Glenn tiene éxito, agregó Pace, le dará al gobierno estadounidense una "redundancia diferente", un respaldo valioso si falla un sistema.
La preparación del vehículo y las condiciones climáticas en el mar, donde Blue Origin intentará un aterrizaje de la primera etapa en un barco, retrasaron el lanzamiento varios días.Este ha sido el primer intento de Blue Origin de lanzar New Glenn, un cohete orbital que la empresa de Jeff Bazos lleva desarrollando desde hace más de una década y que busca ser la competencia del Falcon 9 de Space X. En septiembre de 2015, la compañía anunció formalmente sus planes de desarrollar el cohete, bautizado Glenn en honor de John Glenn, el primer astronauta estadounidense que hizo un vuelo orbital. La compañía tenía previsto en un principio un primer lanzamiento en 2020, pero el calendario se retrasó en repetidas ocasiones. La carga útil de NG-1 es lo que la compañía llama Blue Ring Pathfinder, que permanecerá acoplada a la etapa superior.
Por último, Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, también podría lanzar su misión de exploración lunar Blue Moon Mark 1 (MK1) en 2025, mientras que la misión Griffin 1 de Astrobotic está programada asímismo para 2025, pero más tarde, tras su intento fallido con el módulo de aterrizaje lunar Peregrine en 2024.
“Basado en el progreso actual del diseño y desarrollo de los módulos de aterrizaje tripulados y de carga y los cronogramas de la misión Artemis para las versiones de módulo de aterrizaje tripulado, la NASA asignó una misión de róver presurizado a SpaceX y una entrega de hábitat lunar a Blue Origin”, dijo Lisa Watson-Morgan, gerente del programa HLS de la NASA, en una declaración realizada el 19 de noviembre.
Jeff Bezos saca cuentas alegres: Blue Origin ha lanzado con éxito, tras el aplazamiento de un día, el vuelo número 24 de su misión no tripulada New Shepard desde el noroeste de Texas, en Estados Unidos.
De acuerdo a lo informado, casi la mitad de las tecnologías buscan apoyar la exploración y los otros proyectos se enfocan en utilizar el material de la superficie lunar para crear infraestructuras in situ.Blue Origin, el acuerdo más grandeLa asociación más grande de este proyecto es con Blue Origin, oriunda del estado de Washington.
Según avanza la tecnología, este espacio económico crecerá cada vez más, agregándose grupos gubernamentales, comerciales y académicos, que a su vez contribuirán a la expansión continua de la economía LEO.La aportación de cada unaLa compañía aeroespacial de Elon Musk, Space X, colabora con la NASA en el potencial uso de Starship como transporte y destino en LEO, así como la integración en los programas de la empresa como Super Heavy, Dragon y Starlink. En cuanto a Blue Origin, el acuerdo se central en el desarrollo de transporte espacial comercial con acceso estadounidense de alta frecuencia a la órbita para la tripulación y otro tipo de misiones. Por su parte, Norhrop Grumman trabajará con la NASA en su plataforma persistente para capacidades robóticas y autómatas, igualmente para la investigación científica comercial y capacidades de fabricación en LEO. El acuerdo con Special Aerospace Services se centra en el análisis de la tecnología de servicio en el espacio para el ensamblaje y los destinos comerciales de órbita terrestre baja. La colaboración de ThinkOrbital se enfoca en el desarrollo de ThinkPlatforms para uso en una serie de aplicaciones en LEO y Tecnologías de Construcción para Aplicaciones Especiales (Contesa). Por último, con Vast aunarán esfuerzos con el fin de desarrollar tecnologías para sus estaciones de microgravedad y gravedad artificial. La NASA está convencida de que estos acuerdos fomentarán una mayor competencia para dar los mejores servicios futuros.
Algunas de las cuestiones dejan claro que la agencia todavía no tiene una idea específica del sistema que están buscando y esperan que sean las empresas quienes lo propongan, "describa los sistemas o vehículos existentes en los que podría basarse el diseño y funcionamiento del vehículo de su empresa", pide la NASA en la solicitud.La fecha límite para presentar las propuestas por parte de las compañías será el próximo 9 de septiembre, tras lo cual, la NASA publicará un listado de los interesados para facilitar posibles acuerdos de colaboración.
Los asesores de seguridad de la NASA advierten de que los esfuerzos de la agencia para la transición de la Estación Espacial Internacional (ISS) a las estaciones espaciales comerciales se encuentran en una "trayectoria precaria" debido al rápido avance del turismo espacial y a que no ha comenzado la construcción de las nuevas estaciones.