No se ha informado si la carga o los sistemas de la cápsula sufrieron algún tipo de daño, pues por el incidente de la pérdida de refrigerante de diciembre pasado, se supone que la temperatura al reingreso habrá alcanzado niveles mucho más altos y por eso se decidió que la nave no estaba apta para regresar a salvo a los dos cosmonautas y el astronauta.El 15 de septiembre Mientras que los tres miembros de la tripulación de reemplazo que originalmente debían ir a bordo de la cápsula MS-23 ahora tienen programado viajar a la estación espacial en otra nave hasta el próximo 15 de septiembre, declaró, recientemente, Roscosmos.
En este caso, por un problema técnico. La nave rusa sufrió, según Roscosmos, una despresurización en la cápsula de carga. El Centro de Control de la Misión Ruso detectó una despresurización en el circuito de refrigeración de la nave. lo que ha provocado una fuga en el sistema de refrigeración que la habría vaciado por completo. La fuga ocurrió pocas horas después de la llegada de Progress MS-22 a la Estación, cargada de agua, comida, combustible y otro material indispensable para los astronautas.
Además, la agencia detalló que la extensión de tiempo no supone problemas para la salud de los astronautas.Daños en la nave Ante los daños causados a la nave espacial, la agencia rusa aseguró que tienen previsto realizar diferentes experimentos para imitar los daños y poder encontrar el origen de la falla, además de prepararse contra estas amenazas.
Se trata del asiento que Rubio tiene asignado en la nave MS-22, también acoplada en la ISS y para la que se ha previsto un retorno a la Tierra sin tripulación tras registrar un impacto de meteoroide en diciembre pasado, que ha reducido su grado de protección térmica.
Rubio formará parte de la tripulación de la nave rusa Soyuz MS-22 que volará a la Estación Espacial Internacional (ISS) el próximo 21 de septiembre en una misión conjunta entre la NASA y la Agencia Espacial Rusa (Roscosmos).