Phobos-Grunt cayó frente a la costa chilena
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Phobos-Grunt cayó frente a la costa chilena

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(infoespacial.com) Madrid.- La agencia espacial rusa Roscosmos confirmó definitivamente ayer lunes que los restos de la sonda rusa Phobos-Grunt cayeron en aguas del océano Pacífico, al oeste de Chile, sobre las 17:45 horas GMT, según informó el propio domingo por la tarde el portavoz de las Tropas Espaciales del Ministerio de Defensa ruso, coronel Alexei Zolotujin.

"Los fragmentos de la Fobos-Grunt se han estrellado en el océano Pacífico", afirmó Zolotujin en declaraciones a la agencia de noticias RIA Novosti. En concreto, los restos habrían impactado en el mar a unos 1.250 kilómetros al oeste de la isla de Wellington, situada en la Patagonia chilena, dato que ha sido mantenido como correcto ayer lunes.

La nave tocó la superficie del planeta sobre las 21.45 horas de Moscú (17.45 hora GMT) tras un rápido descenso desde una órbita situada a entre 133 y 113 kilómetros de altura, según los datos de los que informó por su parte agencia espacial rusa, Roscosmos horas después de la caída. Por su parte el Comando Estratégico de los Estados Unidos habló de que el impacto de los restos se habría producido algunos minutos antes,sobre las 17:23.

Según un último comunicado emitido ayer lunes por Roscosmos, aunque no se produjo ningún tipo de confirmación visual de la caída en la citada zona, la misma se daba por segura en función de que los radares habían dejado de captar la nave en vuelo.

Pero quizá lo más llamativo del comunicado difundido ayer lunes por Roscosmos fue su tajante afirmación de que la caída se había producido dentro de la franja horaria y en la zona que había predeterminado, aunque la realidad que se pudo constatar el viernes y el sábado fue la imprecisión de los datos facilitados y la alarma que depertaron en una amplia zona del sur de América.

La últimas informaciónes disponibles el domingo antes de la caída en la página web de la Agencia señalaban a las 16:15 GMT que la nave estaría dentro de la atmósfera desde las 17:15 y que su caída se produciría entre las 17:50 y las 18:34 GMT en el centro del Océano Atlántico, según se apreciaba en el último mapa de órbitas difundido.

Por cierto, un mapa en el que se apreciaba claramente que la última órbita pasaba, entre otros lugares, sobre las  Islas Canarias y la mitad oriental de España peninsular, sin que se haya conocido hasta el momento que algún organismo o autoridad españoles emitieran un comunicado tranquilizador o informaran de que se estaba realizando un seguimiento de l caída.

?Horas antes de la caída una fuente del sector espacial ruso pronosticó, en declaraciones a la agencia Interfax, que los fragmentos caerían "a 120 km al oeste de la ciudad argentina de Rosario", situada en el centro del país. Otras fuentes de la agencia rusa, no identificadas pero a las que se refirieron algunos medios, apuntaron posteriormente que algunos restos podrían haber caído en las costas o incluso sobre territorio de Brasil.

Alerta

Lo cierto es que los pronósticos, ya anunciados por infoespacial.com ayer sobre la posible caída en la zona del Cono Sur, ha mantenido en especial alerta a las autoridades chilenas y argentinas, mientras la agencia espacial rusa era incapaz de predecir el lugar exacto de impacto.

En un comunicado hecho público el domingo, por la mañana la agencia espacial indicó que los fragmentos de la sonda deberían impactar contra la Tierra entre las 16:41 y las 21:05 GMT, desmintiendo expresamente todas sus afirmaciones anteriores de que la nave podría caer en las proximidades de las costas chilenas o argentinas, y ampliando sus predicciones a toda América del Sur, el Caribe, África del Oeste y del Norte, Europa, una gran parte de Asia, Austália y los océanos Atlántico y Pacífico. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (CONAE) se mantuvo este domingo en especial alerta ante la predicción de una posible caída de restos en la zona de Rosario.

“No se puede descartar que el reingreso (a la atmósfera terrestre) suceda sobre territorio de nuestro país, ya que en el intervalo de tiempo dado (para la posible caída), la trayectoria del satélite pasa sobre territorio argentino en dos oportunidades” , señaló esta institución en un comunicado. Roscosmos quiso infundir tranquilidad asegurando que aunque caigan fragmentos en una zona habitada, el peligro para la población sería mínimo, ya que la mayor parte de esta sonda de 13.500 kg  (de ellos 11.000 kilos de carburante) se consumirá al entrar en la atmósfera.



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