Adiós a Fobos-Grunt
Perspectivas >

Adiós a Fobos-Grunt

|

Por Daniel Marín, astrofísico/ blog Eureka.-

Finalmente, la sonda rusa Fobos-Grunt (?????-?????) cayó sobre nuestras cabezas. O mejor dicho, parece que ha caído sobre una zona del Pacífico Sur aún por determinar. Según el USSTRATCOM de los EEUU, la sonda se precipitó alrededor de las 17:23 UTC en el Océano Pacífico, aunque la agencia espacial rusa Roscosmos ha estimado que la nave se desintegró más al sur a las 17:45 UTC. En los próximos días podremos conocer con más precisión el momento y lugar de la reentrada. Por suerte, salvo la muerte de unos cuantos tardígrados y otros microorganismos, no ha habido que lamentar daños personales. Un triste final para una nave espacial de 165 millones de dólares cuyo glorioso objetivo inicial era viajar a Marte con el fin de traer muestras de la superficie de Fobos y que sin embargo ha terminado como un montón de chatarra en el fondo del océano.

Con una masa de 13505 kg al lanzamiento, Fobos-Grunt ha sido uno de los satélites más grandes que haya reentrado sin control en los últimos años, superando de lejos al UARS (6 toneladas) o al ROSAT (1,4 toneladas), que tanto pánico -injustificado- desataron hace apenas unos meses. Por supuesto, no  puede compararse este suceso a la reentrada no controlada que sufrió el complejo Salyut-7/Kosmos-1686 de 40 toneladas en 1991. Y menos aún a la dramática desintegración de la estación espacial Skylab de 77 toneladas en 1979 (la estación Mir  realizó una reentrada controlada en 2001).

Pero además del obvio peligro de que a uno le pueda caer un trozo de chatarra espacial en la cabeza, la preocupación en este caso estaba centrada en las cerca de ocho toneladas de combustibles hipergólicos altamente tóxicos (hidrazina/UDMH y tetróxido de nitrógeno) que la sonda aún guardaba en sus tanques. Aunque se supone que la mayor parte de este combustible se ha dispersado y/o quemado en las capas altas de la atmósfera de manera inofensiva, es posible que cierta cantidad alcance la superficie dentro de algún tanque que no se haya destruido durante el descenso, especialmente si el combustible se hallaba congelado en estado sólido. La única parte de la sonda que habrá sobrevivido más o menos intacta al infierno de la reentrada es la cápsula de 7 kg diseñada para transportar las muestras de Fobos hasta la Tierra y que estaba dotada de un escudo térmico de ablación. Hasta es posible que los tardígrados se hayan salvado.

Por otro lado, los informes sobre una posible contaminación radiactiva causada por la destrucción de la sonda han sido completamente infundados. Aunque bien es cierto que Fobos-Grunt incluía cobalto-57 en uno de sus instrumentos (el espectrómetro de tipo Mössbauer), apenas transportaba 0,05 microgramos de este isótopo, una cantidad totalmente despreciable a efectos prácticos. Tras varios años de retrasos, la sonda fue lanzada desde Baikonur el 8 de noviembre de 2011 mediante un cohete Zenit-2SB. Pero por causas que aún no están nada claras, no pudo encender el motor principal de la etapa MDU para poner rumbo a Marte, quedando varada en una órbita baja terrestre (LEO) de 51,42º de inclinación. Junto a ella, también vio frustrada su misión la pequeña sonda china Yinghuo-1, que viajaba en el interior de la Fobos-Grunt. Los sucesivos intentos para establecer contacto con la nave por parte de la agencia espacial rusa Roscosmos resultaron infructuosos.

Aparentemente, el ordenador BKU de la sonda entró en modo seguro poco después del lanzamiento, impidiendo establecer la comunicación con el vehículo. La misión había sido diseñada para que los dos encendidos que debían situar a la nave en la trayectoria hacia Marte tuviesen lugar de forma automática fuera de la cobertura de las estaciones de seguimiento rusas en lo que resultó ser un gravísimo error de planificación. Para empeorar las cosas, inicialmente sólo una estación rusa -la IP-5 de Baikonur- podía transmitir datos a la sonda (el resto de estaciones podía recibir telemetría, pero no enviar datos).

Como resultado, Roscosmos pidió ayuda a la Agencia Espacial Europea (ESA) para contactar con la nave y, contra todo pronóstico, el martes 22 de noviembre la estación de la ESA en Perth (Australia) logró comunicarse con la sonda después de que la antena de alta ganancia fuese equipada con una pequeña antena secundaria. Todo indicaba que el ordenador de Fobos-Grunt se reiniciaba cada vez que la nave se introducía en el hemisferio nocturno. Desde la estación de Perth se mandaron en repetidas ocasiones órdenes para que la sonda encendiese su transmisor y enviase telemetría sobre su estado, pero sin resultados. Durante unos días a finales de noviembre se abrió una puerta a la esperanza. Después de todo, la misión parecía que podría saldarse con éxito. Sin embargo, cuando la ventana de lanzamiento hacia Marte se cerró definitivamente, la prioridad de Roscosmos pasó a ser el lograr el encendido del motor de la MDU para situar a la sonda en una órbita a gran altura de tal forma que la reentrada se produjese dentro de varias décadas.

A partir del día 30 de noviembre, la estación española de la ESA/INTA en Maspalomas (Gran Canaria) se sumó al esfuerzo para salvar a la misión tras sufrir las modificaciones correspondientes, pero tampoco fue capaz de contactar con la sonda y a partir del 13 de diciembre la ESA abandonó los intentos de rescate. La nave se dio por perdida, así que ya sólo quedaba esperar la inevitable reentrada. No obstante, aún no está del todo claro por qué la NASA decidió no participar en los esfuerzos para salvar a Fobos-Grunt. Según la agencia espacial norteamericana, Roscosmos no pidió ayuda de forma oficial en ningún momento, pero lo cierto es que todavía persisten ciertas dudas sobre este asunto. En las últimas semanas, la reentrada de Fobos-Grunt se ha visto rodeada de cierta polémica conspiranoica después de que el jefe de Roscosmos Vladímir Popovkin declarase en una entrevista la posibilidad de que la sonda hubiese sido objeto de algún tipo de sabotaje. Por supuesto, dicha posibilidad es nula y no existe ninguna prueba de que se haya producido algún tipo de "atentado espacial". Como es habitual en estos casos, ha sido imposible determinar el lugar y momento exactos de la reentrada de Fobos-Grunt en tiempo real. Las variables relacionadas con los procesos de frenado en la alta atmósfera son demasiado complejas para permitir establecer la zona de descenso con suficiente antelación. Además, las mejores efemérides orbitales se obtienen mediante el uso de instalaciones ópticas y radares estratégicos pertenecientes al USSTRATCOM de los Estados Unidos. Y como es natural, los militares norteamericanos no están por la labor de ofrecer estos datos al minuto y con todo lujo de detalles.

El fracaso de Fobos-Grunt ha resultado ser una verdadera tragedia para el programa de sondas espaciales rusas de nueva generación. Sin duda era un proyecto demasiado ambicioso y complejo para el escaso presupuesto de Roscosmos, pero todavía es pronto para saber cómo afectará este fallo a las próximas misiones planetarias que planea realizar la agencia espacial rusa en los próximos años. Esperemos a que al menos Luna-Glob y Luna-Resurs salgan adelante.

http://danielmarin.blogspot.com/2012/01/adios-fobos-grunt.html



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos

Lo más visto