F. Chang Ad Astra "Terminaremos el TC-1Q de 150 kW en 2023 y lo probaremos en 2025"
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F. Chang Ad Astra "Terminaremos el TC-1Q de 150 kW en 2023 y lo probaremos en 2025"

El exastronauta Franklin Chang Díaz frente a su revolucionaria creación del motor de plasma VASIMR®. Foto Ad Astra Rocket Company.
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Ad Astra Rocket Company, la empresa espacial y de tecnología del exastronauta costarricense Franklin Chang Díaz, desarrolla, desde 2015 en contrato con la NASA, el revolucionario motor de plasma de propulsión espacial Vasimr, el cual, pese a la crisis multisectorial de la pandemia, se perfila como el único dispositivo en desarrollo de este tipo.

Aparte, se valora realizar pruebas en el espacio dentro de aproximadamente cuatro años, en la órbita terrestre y la etapa para ese motor estará listo en 2023.

El Vasimr es un proyecto que Chang Díaz gesta desde sus estudios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en los 70 y que crea artificialmente en la Tierra el combustible de las estrellas, el plasma, considerado el cuarto estado de la materia. Chang Díaz tiene un doctorado en Física Nuclear del MIT y es el primer astronauta centroamericano, con más misiones como astronauta en la NASA (siete misiones, de 1986 a 2002), de donde se retiró en 2005.

¿Cuáles fueron las estrategias para maniobrar con la crisis de la Covid-19, tanto en el plano financiero como logístico de operación para seguir trabajando, debido a las medidas de bioseguridad?

La Covid-19 nos ha golpeado, como lo ha hecho con muchas pequeñas empresas en todo el mundo. Sin embargo, aún ante el espectro de la pandemia, hemos seguido progresando en nuestra misión. Por lo general, el impacto ha sido en demoras en algunos de nuestros proyectos. Es difícil desarrollar un motor de plasma por teletrabajo o manteniendo el distanciamiento social. Lo mismo con los trabajos en una planta de hidrógeno o en la construcción de un radar espacial. Pero nos las hemos ingeniado para avanzar. En cierto modo, la pandemia ha fortalecido nuestra solidaridad como equipo de luchadores.

Antes de la crisis por la pandemia hubo dificultades de inversión en el proyecto Vasimr, ¿cómo se ha sobrellevado eso y qué montos de inversión y origen (banca, bolsa, fondos de inversión, etc.) de estos han surgido en el último año?

La empresa continúa operando con una mezcla de fondos provenientes de contratos por proyectos que ejecutamos y de inversión privada. El precio de nuestras acciones se ha mantenido estable aún a través de la pandemia. En los últimos doce meses hemos concretado colocaciones privadas en los Estados Unidos por un valor de aproximadamente 1,5 millones de dólares.

¿Cuánto lleva invertido el proyecto de Vasimr y cuánto se calcula se alcanzará al entrar en operación?

Desde su inicio en 2005, la empresa ha invertido aproximadamente 47 millones de dólares en el desarrollo del motor Vasimr para llegar al nivel de desarrollo tecnológico 5 (TRL-5, por sus siglas en inglés), nivel que alcanzó el año pasado. El siguiente paso es progresar al nivel TRL-6 con el motor TC-1Q de 150kW, primer modelo que se probará en el espacio. La empresa invertirá aproximadamente 60 millones de dólares en el desarrollo de ese motor.

¿Qué recalendarizaciones se ha tenido que hacer con NASA, debido a retrasos por la pandemia?

Reconociendo que el Vasimr es el único motor de propulsión eléctrica de alta potencia que ha alcanzado el nivel TRL-5 y el compromiso de Ad Astra de continuar su desarrollo – con o sin fondos estatales – la NASA se ha mantenido flexible e interesada en el éxito del proyecto.

¿Qué logros relevantes se han alcanzado con VASIMR?

En el 2020, la tecnología Vasimr completó el último requisito (todo el sistema integrado del motor operando en el vacío) para graduarse del nivel TRL-5 y entrar al nivel TRL-6 que es el nivel en el que la tecnología se prueba en el espacio. El pasado 9 de diciembre se completó la campaña número 13 de pruebas de alta potencia que validaron todas las modificaciones a la primera etapa del motor, logrando la operación estable del motor por más de cuatro horas. En estos momentos, el equipo se encuentra en la campaña 14 que se enfoca en modificaciones a la segunda etapa del motor y que se completará en la primera mitad del 2021.

¿Cuándo se calcula hacer las pruebas en órbita?

Anticipamos terminar el motor TC-1Q de 150 kW en el 2023 y estamos valorando una prueba en el espacio en el 2025.

¿Cuál será la logística para llevar Vasimr a órbita?

El cronograma de desarrollo requiere un proceso de dos años de construcción y pruebas en nuestras instalaciones en Texas y dos años más en certificación e integración al vehículo de lanzamiento que escojamos.

¿Existe interés de alguno de los actuales operadores privados de viajes espaciales por incorporar Vasimr a sus naves?

Sí, pero no podemos comentar sobre ese tema en este momento.

¿Considera que en la carrera por el motor de plasma, Ad Astra sea la pionera y ganadora, pues entiendo (o me aclara) que existen otras empresas desarrollando el mismo tipo de tecnología para propulsión espacial?

Al iniciarse el contrato con la NASA en el 2015, para desarrollar un motor eléctrico de 100 kW, competían tres empresas, hoy, de las tres, solo Ad Astra ha logrado mantenerse en la ruta.

¿En qué otras innovaciones tecnológicas se encuentra apostando Ad Astra y en qué consisten?

Además del motor Vasimr en los Estados Unidos, nuestra subsidiaria, Ad Astra Costa Rica, continúa liderando la economía del hidrógeno en Latinoamérica. En nuestras instalaciones en Guanacaste, Costa Rica, continuamos con la ampliación de la planta de hidrógeno verde de Liberia, aumentando su capacidad a un 60% y completando la instalación de un nuevo dispensador de hidrógeno, tipo H70 de carga rápida para vehículos eléctricos de hidrógeno, primero en su clase en Latinoamérica. Ad Astra y sus subsidiarias, Ad Astra Costa Rica y Ad Astra Energy and Environmental Services (AASEA), proveen servicios ingenieriles y de capacitación en energía renovable, hidrógeno, transporte eléctrico de hidrógeno, física experimental y aplicaciones.

Estamos también apoyando a la empresa norteamericana LeoLabs, en la construcción de su nuevo radar espacial en Costa Rica. El proyecto es pionero en Latinoamérica y ha requerido la coordinación con el gobierno de Costa Rica y otras empresas locales involucradas en la construcción del sistema. Con una resolución de dos centímetros, es el cuarto radar en la red de LeoLabs y el primero en la banda ecuatorial del planeta.



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