La sonda Osiris-Rex consiguió aproximarse y fotografiar por primera vez el asteroide Bennu el pasado 17 de agosto, como informó la NASA, y se espera que aterrice en la superficie del asteroide el próximo 3 de diciembre. Su misión comenzó en 2016, cuando fue lanzado al espacio desde Cabo Cañaveral, con un cohete Atlas V.
Estas primeras fotografías mandadas por la sonda espacial se realizaron desde 2.2 millones de kilometros, el equivalente a seis veces la distancia entre la Tierra y la Luna. Las cinco imágenes se obtuvieron con la PolyCam en el transcurso de una hora, con el propósito de calibrar y ayudar al equipo de navegación de la misión en sus esfuerzos de navegación óptica. En ellas se puede observar a Bennu en movimiento contra las estrellas de la constelación Serpens.
La principal investigadora de Osiris-Rex de la Universidad de Arizona, Dante Lauretta, explicó que ahora que la sonda "está lo suficentemente cerca de Osiris-Rex para observar Bennu, el equipo de la misión pasará los próximos meses aprendiendo lo máximo posible de su tamaño, su forma, las características de su superficie y sus alrededores antes de que la nave aterrice en el asteroide".
El Osiris-Rex ha llegado a su objetivo tras dos años de viaje por el espacio y ahora iniciará la segunda fase de la misión, la recogida de muestras. Una vez en la superficie de Bennu, dedicará el primer mes a hacer vuelos de reconocimiento sobre su polo norte y sur y su ecuador a una distancia de entre 17 y 9 km de la superficie.
Este es uno de los puntos críticos de la misión porque, como explicó director del proyecto, Rich Burns, el asteroide tiene una gravedad muy baja y con su tamaño, 500 metros, "será el objeto más pequeño que una aeronave haya orbitado jamás".
Dentro de la programación de esta fase, Osiris-Rex recogerá dos tipos de muestras del asteroide seleccionadas por los investigadores de la NASA y en 2020 iniciará su retorno a la Tierra, que está previsto en 2023.
Bennu está considerado dentro de la lista de asteroides potencialmente peligrosos, por su cercanía a la órbita terrestre.
Foto: NASA.