Cuenta atrás para poner en órbita el Sentinel 2B

Quedan menos de 20 días para su lanzamiento y la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ya trabaja en poner a punto el satélite Sentinel 2B, del proyecto Copérnico. La última tarea ha sido cargar de combustible el dispositivo.

El Sentinel 2B será enviado al espacio en un cohete Vega desde el puerto espacial europeo en Kurú, en la Guayana francesa, donde se encuentra desde principios de año. Según las previsiones, el lanzamiento, el quinto de un Sentinel, se producirá a las 01.49 horas GMT del 7 de marzo.

Un trabajo en equipo

Una vez en el espacio, el satélite se unirá a su hermano gemelo, el Sentinel 2A, que lleva en órbita desde junio de 2015. Cada uno proporcionará cobertura a un abanico de 290 kilómetros y su trabajo conjunto permitirá obtener una imagen del globo se reducirá a la mitad, de diez a solo cinco días.

La misión combina la alta resolución con nuevas capacidades espectrales para conseguir imágenes de la Tierra, con el fin de seguir el crecimiento de la vegetación y los cambios en la manera en la que se trabaja la tierra. Además, servirá para controlar la contaminación en lagos y aguas costeras.

El director de programas de observación de la Tierra de la ESA, Josef Aschbacher, ha asegurado que el equipo está en camino de construir el sistema operativo "más ambicioso del mundo" para observar la Tierra.

Un compuesto muy tóxico

La último paso que ha dado el equipo de preparación ha sido llenar el depósito con 133 kilos de hidracina, una operación particularmente delicada. Esto se debe a que la hidracina es un compuesto químico extremadamente tóxico, por lo que solo los especialistas permanecieron en la sala durante la operación.

A continuación, el equipo encendió el satélite para comprobar que todo marchaba bien, dentro de las tareas de preparación y, después, el tanque se presurizó.

A dos semanas del lanzamiento del satélite, el equipo trabaja a toda velocidad para ultimar los detalles del que será el quinto lanzamiento de un Sentinel. 

Foto: ESA