Presentamos la nave espacial más pequeña del mundo
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Presentamos la nave espacial más pequeña del mundo

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(Infoespacial.com) Washington.- En un acto de desesperación, el graduado por la Universidad de Cornell, Zac Manchester, acudió en 2011 a Kickstarter, una plataforma 'online' de 'crowfunding', para financiar su proyecto de desplegar por el espacio más de 100 nanosatélites del tamaño de un sello de correos. La apuesta funcionó y ahora 104 circuitos impresos, cada uno de ellos funcionando autónomamente como un satélite, forman parte de la carga útil del Dragon de SpaceX para la Estación Espacial Internacional (ISS). La idea de Manchester entrará en el Libro Guinness de los Récords porque son las naves espaciales más pequeñas del mundo.

“Durante el último par de años ha sido una carrera salvaje, pero finalmente ha resultado”, dijo Manchester a un portal especializado en el espacio realizada antes de que se produjera el lanzamiento desde Cabo Cañaveral, en Florida. “Cruzo los dedos [para el día del despegue] y esperamos que tengamos datos en un par de semanas”. Manchester explicó que sentía una mezcla de ansiedad y excitación, pero ahora tendrá que esperar otros 16 días más para conocer el resultado final de su experimento.

Las diminutas plataformas, llamadas Sprites por el equipo de Manchester, están almacenadas en cuatro montones dentro de un CubeSat nodriza llamado KickSat, que tiene el tamaño de una barra de pan. El KickSat saldrá al exterior a los 16 minutos del lanzamiento, lo que activará un programador que soltará a su vez los Sprites 16 días después.

El KickSat no es el primer satélite ‘crowfunding’ de la historia –ese ‘honor’ lo tiene el SkySat-, pero los 104 subsatélites que lleva dentro sí van a establecer un récord mundial en miniaturización, convirtiéndose en la nave especial más pequeña que se pone en órbita. Y es que cada Sprite mide 3,5 centímetros cuadrados y 3 milímetros de espesor.

“Pesan cinco gramos, tienen células solares, un microcontrolador, un transmisor-receptor de radio y un par de sensores diferentes”, dijo Manchester. "En unos tenemos giroscopios de tres ejes; en otros, magnetómetros; en otros, sensores termales y cosas así”, añadió Manchester.

Gracias a la ayuda del Centro de Investigación Ames de la NASA, Manchester y un equipo de ayudantes modificaron los circuitos impresos para adaptarlos a la dureza del espacio exterior.

Cada contribuidor de Kickstart que pusiera más de 1.000 dólares podia customizar uno de los Sprites.

“Algunos tienen un Sprite prototipo con sensores incluidos, junto con software y accesorios de programación, para que ellos mismos pudieran programarlo y realizar sus propios experimentos. Algunos de ellos lo hicieron y me dieron su código que cargué en la unidad de vuelo”, explicó Manchester.

Organizaciones como la Sociedad Interplanetaria Británica, Kidz in Space o,Astronauts4Hire han patrocinado ‘flotas’ de Sprites en el KickSat.

Con una donación de 300 dólares, el patrocinado podia poner nombre a un Sprite concreto y especificar el breve mensaje de radio que transmite en órbita.

Según la página website Kickstarter, KickSat recibió más de 74.000 dólares de 315 entidades o personas. Con ese dinero hubo suficiente para constuir el KickSat y los Sprites.

El lanzamiento del KickSat habría costado más de 300.000 dólares, según Manchester, pero la NASA seleccionó el proyecto para su iniciativa CubeSat que ofrece oportunidades a universidades e instituciones educativas. De esa forma el lanzamiento le ha salido gratis al investigador.

La misión del KickSat será muy breve: durará tan sólo pocos días. Los Sprites son tan pequeños que no podrán controlados por la red de vigilancia espacial que tiene la Fuerza Aérea de Estados Unidos a través del NORAD, capaz de detectar todos los objetos que están en órbita y que miden más de 10 centímetros, más o menos el tamaño de una pelota de tenis. Los Sprites son mucho más pequeños, pero sucumbirán a las fuerzas aerodinámicas en cuestión de días por su baja órbita inferior a los 200 kilómetros sobre la Tierra. A esa altitud. la altas capas de la atmósfera terrestre tiran de los satélites hacia abajo antes de que éstos se desintegren en la re-entrada.

El lapso de 16 días para desplegar los nanosatélites se debe precisamente al hecho de que así se evita la posibilidad de que algún resto de ellos pueda impactar contra la estación espacial.

Manchester trabaja en un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell dirigido por Mason Peck, ex tecnólogo-jefe de la NASA, que trabaja en los "femtosatélites" del tamaño de un chip desde hace casi una década. El objetivo es reducir los costes de las misiones espaciales y sentar las bases de redes de satélites que puedan ser empleados en misiones científicas.

Tres prototipos de Sprite ya viajaron a la ISS en 2011 para investigar su resistencia a la falta de gravedad.

Foto:KickSat



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