De la toma de posesión al desayuno
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De la toma de posesión al desayuno

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El secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, presidía el lunes la toma de posesión del director general del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), teniente general del Ejército de Tierra en la reserva José Manuel García Sieiro, nombrado el pasado 8 de noviembre por el Consejo de Ministros.

Un nombramiento, el del pasado jueves, que en el primer momento despertó no solo sorpresa, sino hasta cierto rechazo en algunas instancias del Instituto. Algo que hacía sospechar inicialmente, a tenor de algún que otro comentario, incluso una cierta tensión en el acto de toma de posesión anunciado para el pasado lunes.

Que el elegido para sustituir a Jesús Jaime Denis iba a ser un general en reserva y experimentado, era algo comentado en los mentideros del INTA desde días atrás. Pero las apuestas se dirigían hacia dos nombres del Ejército del Aire: los tenientes generales Eduardo Zamarripa y Miguel Lens.

Zamarripa fue subdirector de Coordinación y Planes del Instituto. Bien es cierto que el pasado marzo fue nombrado, en el propio entorno de la SEDEF, director general de Infraestructuras; pero no se descartaba que pudiera seguir el mismo recorrido de Denis Zambrana en mayo de 2009 desde la DIGERIN hasta la carretera de Ajalvir.

Lens, Miguel, fue nombrado en septiembre de 2008 vicepresidente ejecutivo de Ingeniería y Servicios Espaciales SA (Insa), la empresa ahora en proceso de fusión con Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España, S.A. (ISDEFE) y cuyo presidente era hasta ahora el director del INTA.

La sorpresa cataclísmica del jueves fue que el elegido era… un artillero, un “terrícola”.

De ahí el cierto rebote corporativo, que, tras digerirlo durante el largo fin de semana, quedó en nada a la hora de la toma de posesión el lunes en el Ministerio. Desde allí el nuevo director marcharía a comer en la sede del INTA con sus cuatro subdirectores, más preocupados por la irresponsable huelga salvaje de hoy que por otra cosa.

El nombramiento de García Sieiro,al igual que el de Vicente Gimeno Aránguez como nuevo director General de Asuntos Económicos, quien también tomo posesión el lunes, repite pautas, en las que ha habido pocas excepciones, marcadas por la SEDEF para la designación de nuevos altos cargos:

Se prima la elección de militares sobre civiles.

Se opta además por profesionales de confianza que vienen del propio entorno –lo destacó Argüelles el lunes-, en los que se ha valorado la experiencia y probada capacidad en su anterior cometido, incluso sin importar que provinieran de la etapa socialista. Casos también del general García-Montaño (DIGAM), de Pedro Fuster (subdirector de Planes y Programas). Caso, incluso, de Miguel Ángel Panduro como nuevo CEO de Hisdesat.

El relevo de Denis Zambrana, como el de Mariano Rojo en DIGENECO, ha cumplido además el vaticinio de primeros de año de que se mantendrían no solo para sacar adelante los presupuestos retrasados de 2012, sino también hasta dejar hechos los de 2013.

La etapa de Jaime Denis -dicen que cesado en enero pasado, pero luego confirmado en el cargo el mismo día- como director del INTA debe considerarse en clave económica y presupuestaria, puesto que, dicen también, que fue mandado al INTA en 2009 para poner sobre todo en orden las complejas cuentas del Instituto.

La otra misión que también se ha dicho que tenía encomendada, aunque quizá a posteriori, era la de reorganizar el INTA.

Junto al nombramiento de García Sieiro el jueves pasado, algunos esperaban que el mismo Consejo de Ministros aprobara precisamente la reorganización del Instituto, aunque esto no ha sido así.

Como se sabe, el tema es complejo y trascendente. El Ministerio de Defensa, titular del INTA, ha tenido y tiene importancia en la evolución espacial española, no solo a través de los propios programas militares, sino también a través de la participación del Instituto en programas científicos (recuérdese Curiosity) y comerciales.

El Instituto, como grupo empresarial, detenta además la totalidad de las acciones de ISDEFE y de INSA, protagonistas en marzo de una fusión que debe detallarse como tarde en diciembre. Queda por saber si parte de la actividad de INSA pasaría, por ejemplo, a Hisdesat. El INTA sigue manteniendo también la participación del 16,42 por ciento en Hispasat y, a través de ella, en Hisdesat y Xstar. Un entramado industrial en el que parece que hay varias voluntades privadas y públicas, no coincidentes, de hacer cambios.

Por otra parte, el INTA forma parte de una serie de organismos tecnológicos de Defensa, junto al Canal Hidrodinámico del Pardo (CEHIPAR) y el Instituto Tecnológico de La Marañosa (ITM), cuya reordenación conjunta se espera desde hace tiempo.

Poco se ha sabido, excepto las estrictas medidas de austeridad impuestas a organismos y compañías, sobre los planes de la Secretaría de Estado de Defensa en lo referente a todas estas cuestiones pendientes que deberían resolverse en un tiempo no largo.

Seguramente los planes tengan poco que ver con los que existían hace un año, en las últimas semanas del ministerio Chacón, cuando se especulaba con una disgregación del INTA, con el paso de su actividad espacial en parte al Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Cuando se hablaba, también, de una fusión total de los organismos tecnológicos de Defensa, en la que el ITM aparecía como claro “vencedor” y el INTA se diluía.

Cabría pensar que tal fusión ahora se plantearía no tan radical, buscando unir pragmáticamente las estructuras administrativas de los tres centros para conseguir ahorros, pero no mezclando líneas de investigación.

Después de los meses de silencio radio sobre todas estas cuestiones, la SEDEF parece que ha empezado a lanzar mensajes alto y claro.

El primero, tácito, es el del propio nombramiento de García Sieiro:

Un militar de Tierra para el INTA, es un recordatorio claro de la importancia ineludible, máxime en tiempos de crisis, de lo conjunto. Algo que cuesta aun mucho de entender en algunos ámbitos militares.

La designación de una persona de tanto peso como Sieiro puede entenderse también como una garantía de la trascendencia que se confiere al propio INTA.

Otro sí, una persona con el importante bagaje del teniente general ya antes de llegar a la DGAM y luego como DIGAM, le confiere una visión seguramente privilegiada y muy informada para contemplar el conjunto de los organismos y empresas de Defensa y organizar el futuro de los mismos.

Y por si esto no quedara tácitamente claro, el propio Pedro Argüelles lo dijo expresamente solo 24 horas después de la toma de posesión de Garcia Sieiro en el desayuno de trabajo celebrado ayer en Madrid por el Executive Forum España, donde el SEDEF explicó que el nuevo director general  del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, está trabajando en el desarrollo y puesta en marcha de un nuevo modelo de I+D para la Defensa “que concentre energías y recursos”.

Argüelles expresó que este nuevo modelo está dirigido a satisfacer dos necesidades principales del Ministerio: hacer del departamento un cliente más inteligente y servir a las necesidades de las Fuerzas Armadas con tecnologías de futuro que proporcionen una ventaja operativa.

Laika



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