P. Tognetti Arsat El 30 de nuestra facturación proviene de clientes internacionales
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P. Tognetti Arsat El 30 de nuestra facturación proviene de clientes internacionales

El presidente de Arsat, Pablo Tognetti. Foto Arsat
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Arsat es la empresa estatal de telecomunicaciones de Argentina. Desde su creación, en 2006, cuenta con dos satélites en órbita: el Arsat-1 y el Arsat-2. Para 2023, se prevé el lanzamiento de un nuevo sistema, el Arsat-SG1.

Además, la compañía, que factura 100 millones de dólares al año y emplea a 700 personas, opera el sistema argentino de televisión digital terrestre, es responsable del despliegue de la Red Federal de Fibra Óptica (Refefo) y gestiona el Centro Nacional de Datos.

Infoespacial.com tuvo la oportunidad de entrevistar a su presidente, Pablo Tognetti, quien detalló los proyectos a corto y largo plazo de la empresa, que se posiciona como un referente regional en materia de comunicaciones satelitales.

¿Cuál es la principal misión de Arsat?

Arsat se creo por ley en el año 2006, yo tuve la posibilidad de arrancar siendo gerente técnico y miembro del directorio en esa oportunidad, en el primer directorio. La ley incluye el estatuto de la empresa como sociedad anónima, y el objeto obliga a Arsat a proteger las posiciones orbitales asignadas a la Argentina (72 grados oeste y 81 grados oeste) por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) con satélites desarrollados y fabricados en el país. Implícitamente tiende al impulso de la actividad industrial espacial. Además, dicha ley, indica que debe realizar la correspondiente actividad comercial de prestación de servicios satelitales. Rápidamente Arsat se abocó a encargar a la empresa de tecnología Invap el desarrollo de la plataforma satelital, aspecto que culminó eventualmente en octubre de 2014 con el lanzamiento del Arsat-1, y, en septiembre de 2015, con el lanzamiento del Arsat-2. Ambos satélites están operando normalmente y con alta ocupación.

¿Cuáles son las tareas que lleva a cabo la empresa?

Además de la actividad satelital, a Arsat se le encargó desplegar y operar el sistema argentino de televisión digital terrestre, el despliegue a nivel nacional de la llamada Red Federal de Fibra Óptica (Refefo) y gestionar un Centro Nacional de Datos. Todo eso está en proceso. Con esas cuatro actividades, Arsat pasa a tener un rol estratégico en la implementación de políticas de estado en materia de acceso de la población a las tecnologías de la información y las comunicaciones. Todas estas actividades llegaron a estar consolidadas, y ahora muy recientemente, a mediados de septiembre, el presidente Alberto Fernández anunció un impulso a esas cuatro actividades para incrementar su capacidad.

¿En qué consisten estas tareas?

La Refefo, en particular, tiene hoy un despliegue de 34.000 kilómetros, de los cuales 31.500 kilómetros son operativos; la televisión digital terrestre tiene 100 estaciones desplegadas a lo largo del país, de modo que la cobertura por tierra alcanza un 85% de la población, es libre y gratuita, tiene una grilla de más de 15 canales, varios de ellos de alta definición, más canales locales o provinciales, a los que también se puede acceder por satélite, el Arsat-1 ,con cobertura en toda la Argentina. En realidad su cobertura es mayor, pero para el caso de la televisión digital permite acceder con una antena apropiada tan sólo con un kit satelital teniendo cobertura en todo el país. Hay muchos sitios donde no llega la televisión por aire y se accede por satélite. Respecto a la parte satelital, Arsat-1 transmite en banda Ku con cobertura en el cono sur; el Arsat-2 lo hace con banda Ku y banda C, tiene cobertura en toda América, con ventas en Estados Unidos inclusive. El 30% de la facturación proviene en dólares del exterior, además hay muchos contratos en dólares de provisión en la Argentina. Respecto al Centro Nacional de Datos tiene 4.200 m2 y brindamos los servicios típicos, ahora estamos prontos a completar la capacidad de poder prestar servicios de nube para el Gobierno. El 80% de los clientes son entes de gobierno y el resto son privados.

¿En qué consiste el plan Conectar?

El plan Conectar 2020-2023 implica arrancar con el tercer satélite de la flota. Un satélite distinto, el Arsat-SG1, superior en tecnología al Arsat-1 y Arsat-2. El proyecto también incluye la puesta en valor del sistema argentino de televisión; dar una ampliación de 4.500 kilómetros a la Refefo, con muchas derivaciones para alcanzar 260 localidades más que se van a sumar a las 1.150 que ya están conectadas. Y para el Centro Nacional de Datos una actualización tecnológica y una potenciación, incrementar equipamiento para poder brindar una mayor cantidad de servicios. Son alrededor de 520 millones de dólares para las cuatro actividades, de las cuales la mitad prácticamente es el proyecto SG1. Las cuatro actividades de crecimiento y actualización tecnológica se van a financiar mayormente con créditos internacionales. En particular para la misión SG1 el costo estimado total es de 260 millones de dólares y el 90% va a ser financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

¿Qué características tendrá el nuevo satélite?

El lanzamiento del Arsat-SG1 está previsto para 2023, probablemente para mitad de año. La plataforma va a ser full electric, con una masa en el rango de dos toneladas, la carga útil va a ser de desarrollo propio, será del tipo HTS (High Throughput Satellite) o de alto rendimiento, multispot para reusar frecuencias en haces no contiguos, y va a contar con 40 haces en banda Ka y con una capacidad de 70 Gb por segundo, de los cuales 50 aproximadamente va a ser la cobertura argentina completa, y después parcial, con los otros 25 Gigabit, en Chile, Paraguay y Bolivia. Todo el segmento terreno, tanto el desarrollo como la implementación, va a estar a cargo de Arsat. La empresa a su vez presta servicios de LEOP (Launch and Early Operations) a terceros. Ya lo ha hecho en diversas oportunidades de manera exitosa. Respecto a la plataforma flexible, la idea que tienen es adaptarse al requerimiento especifico de las misiones que quiera determinado cliente, pudiendo ir entre poco menos de una tonelada a poco más de dos toneladas aproximadamente, y con un rango de potencia proporcional, así se customiza el satélite.

¿Quién construirá el satélite?

El contrato es con la empresa Invap que ya lleva ocho misiones satelitales importantes. Cuatro de ellas para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), en un proyecto de colaboración con la NASA. Otros dos que están operativos en este momento, los Saocom 1A y Saocom 1B, satélites de observación terrestre, es un proyecto colaborativo con la Agencia Espacial Italiana (ASI). Con esa herencia Invap tiene una capacidad amplia. En este momento Invap junto a la Turkish Aerospace Industries formaron una joint venture llamada Gsatcom, y están desarrollando una plataforma modular flexible y escalable en lo que podría ser la familia de los Small Geostationary Satellite (SGEO).

Pocos días atrás se puedo ver en el cielo la red Starlink que está desplegando SpaceX. ¿Arsat está a cargo de la coordinación técnica en Argentina de esta red?

Siempre hay un proceso de coordinación de redes, con satélites geoestacionarios, donde prima el principio de no interferencia. Cuando uno coloca un satélite, o desarrolla una nueva posición orbital tiene que coordinar con las posiciones vecinas, dependiendo el caso puede ser hasta cinco posiciones para cada lado, o más también, para preservar el tema de la no interferencia. En el caso de los satélites de baja orbita también hay que coordinar con el operador nacional, en este caso Arsat, de hecho, ya estamos en contacto para realizar esa coordinación. Es para efectos comparables a lo que se hace con satélites geoestacionarios, concepto de no interferencia, etc.

El año pasado Arsat firmó acuerdos con los Ministerios de Defensa y de Seguridad. ¿En qué consisten estos acuerdos con cada uno de los ministerios?

Con el ministerio de Defensa se firmó un acuerdo marco, después hay acuerdos específicos. En particular, por ejemplo, con Ejército estamos llevando a cabo en estos días, en la Campaña Antártica de Verano, mediciones a lo largo del recorrido del ARA Almirante Irizar por todas las bases. El Irizar está dotado de un sistema de recepción y transmisión en banda C, el Arsat-2 es el que tiene banda C con cobertura hemisférica. Esto se realiza para determinar la factibilidad de brindar conectividad satelital a todas ellas, ahora ya llegó a la zona más austral del recorrido, la Base Belgrano II. A la fecha no tengo los resultados finos para saber si es posible establecer un enlace de calidad o de que capacidad.

¿Con el ministerio de Defensa se realizan algunos trabajos específicos en materia de ciberseguridad?

Uno de los temas que vamos a realizar para ellos es poner conectividad satelital donde tienen radares a nivel nacional, después sobre ciberseguridad no hay un acuerdo específico, pero siempre hay intercambio de información.

Recientemente firmaron un acuerdo con una empresa china con relación a la conectividad ¿Con que empresa se dio este acuerdo y de qué se trata?

La prestación es para uso en Venezuela, país que tenía el satélite Simón Bolívar de telecomunicaciones fabricado por China, cuyo control se perdió hacia fines de 2019, aunque no estaba lejos del fin de vida útil. Como la responsabilidad es de la parte china, que creo esta fabricando otro satélite, salieron a buscar capacidad. La capacidad que nosotros le vendemos a la empresa china es para uso en Venezuela. Por la confidencialidad del contrato no puedo decir que empresa es.

También firmaron un acuerdo de conectividad con Chile por el trazado de un cable de fibra óptica en el océano Pacifico…

Hay un proyecto impulsado por Chile de un cable transpacífico para conectarse con Australia, de esa conexión después pueden salir hacia Asia con redes que ya existen. Sería una manera de llegar a Asia sin tener que atravesar Estados Unidos y tener alternativas distintas a las que se tienen hoy, que son la mayoría por el océano Atlántico. Los presidentes Alberto Fernández y Sebastián Piñera firmaron hace un par de semanas el acuerdo por el cual Argentina se incorpora al proyecto. El proyecto es de unos 450 millones de dólares, según lo que publicó Chile, que va a ser financiado por inversionistas privados y créditos internacionales. Ya hay un estudio de factibilidad que se financió con el CAF. Todavía no se ha definido el porcentaje de la participación argentina, pero si se definió que Arsat sería quien representaría a la Argentina en ese acuerdo, la que va a implementar la conexión de ese cruce con la Refefo. Lo saliente ahí es que entre los dos países se puede llegar a Brasil, Paraguay, Bolivia, con participación argentina. Otro aspecto importante es que se van a potenciar algunos cruces con Chile con fibra óptica y esos pasos fronterizos van a estar dotados de buena conectividad.

¿Hay algún otro proyecto en el que esté trabajando Arsat?

Estamos trabajando con Paraguay para que ellos se conecten al nodo de Las Toninas, en la costa sur de Buenos Aires. Por otro lado, la idea es entrar en conversaciones con todos los países limítrofes para tratar de armar una red interpaís de buena capacidad. Además, Argentina y Chile han manifestado su interés de interaccionar en temas de TICs, hacer planes coherentes con lo que se viene de 5G, compatibilizar lo más que se pueda, lo mismo con Brasil. Con la facturación del SG-1 la idea es eventualmente poder financiar otro satélite para un uso similar.

¿Cuáles piensa que serán los principales desafíos para este año? ¿Han sufrido retrasos por la pandemia?

La gestión anterior a la nuestra no realizó una actualización tecnológica, por ejemplo, en el caso de la Refefo, en incrementar la capacidad. Sin pandemia ya estábamos necesitando incrementar esa capacidad, cosa que se está haciendo en este momento; con la pandemia se incrementó un 50% prácticamente el requerimiento de internet, así que en algunos nodos teníamos saturación. Ya se han remplazado algunos de los nodos con alta congestión, por lo que en los próximos dos meses creo que vamos a estar muy bien como para tirar tres o cuatro años más. Hemos tenido la perdida de algunos clientes porque sus aplicaciones de satélite tenían que ver con temas que sufrieron la pandemia. Siendo una empresa que presta servicios de internet para líneas aéreas, para no perder clientes, hicimos acuerdos de facturación en proporción al uso que le están dando, con la idea de alargar así el contrato unos años más, haciendo el esfuerzo para no perder un cliente importante.

¿Alguna otra cosa que le interese comentar?

Un punto tal vez saliente, es que, hoy por hoy, el capital de Arsat es 100% estatal. En su estatuto prevé la posibilidad de incorporar socios privados, pero no lo ha hecho, y posiblemente no lo haga por mucho tiempo. Como empresa estatal operativamente se autofinancia y factura alrededor de unos 100 millones de dólares anuales. Las grandes inversiones las hace el gobierno, pero operativamente se autofinancia.

 

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