ExoMars, Rusia y Europa a Marte
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ExoMars, Rusia y Europa a Marte

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Daniel Marín /Eureka/ España.-

Rusia y la agencia espacial europea (ESA) viajarán juntas a Marte en dos misiones que tendrán lugar en la segunda mitad de esta década. Finalmente, tras innumerables tiras y aflojas, la ESA y Roscosmos han decidido aprobar un borrador del programa ExoMars, formado por la misión ExoMars Trace Gas Orbiter de 2016 yExoMars Rover de 2018. La gran paradoja es que el programa ExoMars en su encarnación actual nació hace un par de años como un programa conjunto entre la NASA y la ESA, pero la agencia norteamericana decidió en 2011 retirarse de forma sorpresiva y unilateral. A la ESA no le ha sentado nada bien este plante y desde entonces ha acercado posiciones con Rusia para unir esfuerzos y sacar adelante su programa de exploración marciano.

Las dos sondas serán lanzadas por sendos cohetes rusos Protón desde Baikonur, pero la colaboración rusa no se limitará a suministrar los lanzadores, ya que Rusia aportará instrumentos para las dos misiones. ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO) será un orbitador que tendrá como objetivo primario el estudio de la atmósfera del planeta rojo y, más concretamente, confirmar y caracterizar el misterioso metano marciano. TGO contará con cuatro instrumentos principales: el espectrómetro NOMAD -en realidad formado por tres espectrómetros- para medir la composición atmosférica, la cámara CaSSIS de alta resolución -aún no confirmada- y dos instrumentos rusos. Estos instrumentos serán ACS -un conjunto de tres espectrómetros infrarrojos de alta resolución- y FREND, un detector de neutrones para medir la presencia de hielo subterráneo. Los seis espectróemtros NOMAD y ACS permitirán realizar 24 perfiles atmosféricos al día con una resolución vertical de 0,5-3 kilómetros desde una órbita de 400 km de altura y 74º de inclinación. Además del metano, se medirá con mucho interés la presencia de ozono, vapor de agua -en concreto, la relación entre deuterio e hidrógeno- y aerosoles en la atmósfera de Marte.

La TGO incluirá una sonda de aterrizaje denominada EDM (Entry, Descent and Landing Demonstrator Module) de 600 kg. En principio esta sonda sólo debía sobrevivir un par de días marcianos, pero la contribución rusa abrió la puerta a incluir un generador de radioisótopos (RTG)  que permitiera ampliar la duración de la misión a más de un año terrestre. Sin embargo, el acuerdo entre Roscosmos y la ESA ha llegado demasiado tarde para permitir añadir un RTG a esta sonda. Puesto que el lanzamiento es en 2016, finalmente sólo podrá aguantar un par de días. Cosas de la burocracia. EDM contará con instrumentos europeos (DREAMS) y rusos que aún están por concretar, pero se espera poder contar con una cámara de descenso (DECA).

Por su parte, la misión de 2018 incluirá un rover de fabricación europea... que no es otro que el ExoMars original que la ESA lleva desarrollando desde hace una década. ExoMars no puede ni quiere competir con Curiosity, pero se centrará en buscar compuestos orgánicos y posibles restos de antiguas formas de vida. El rover ExoMars tendrá una masa de 300 kg o inferior (hasta 207 kg), menos de una tercera parte que Curiosity. Los instrumentos serán capaces de analizar las hipotéticas sustancias orgánicas marcianas con una precisión sin precedentes, pero lo más interesante es que se adentrará allá donde ninguna misión ha viajado antes: el subsuelo marciano. Y todo gracias a un taladro que podrá perforar hasta los dos metros de profundidad, allí donde la radiación no ha podido dañar ninguna sustancia orgánica. La misión primaria del rover será de 180-220 días, mucho menos que los 400-500 días planeados para el rover ExoMars-Max-C construido junto con la NASA. También se han eliminado dos instrumentos del rover tras la retirada de la NASA, por lo que el diseño final se parece mucho al ExoMars 100% europeo de 2009.

Por el momento, la contribución rusa en el rover se limita a dos instrumentos: el detector de neutrones FREND y el espectrómetro infrarrojo ISEM situado en el mástil. Sin embargo, la plataforma de superficie (SP, Surface Platform) que usará el rover para alcanzar el suelo marciano será construida por Rusia y tendrá un conjunto propio de instrumentos rusos y europeos, incluyendo un lídar, un espectrómetro y un sismómetro, con una masa total de 50 kg. Esta plataforma incluirá un tren de aterrizaje con patas y rampas para permitir el descenso del rover a la superficie.

El programa ExoMars parece tenerlo todo resuelto. ¿Todo? No, para nada. ExoMars todavía necesita más de cien millones de euros adicionales, dinero que Europa no tiene. La ESA -o mejor dicho, su director Jean-Jacques Dordain- espera poder sacarlo del presupuesto de la misión JUICE a Júpiter. A cambio, Rusia podría participar también en esta misión para compensar la pérdida de fondos.Como vimos hace unos días, la colaboración entre la ESA y Roscosmos promete ir más allá de ExoMars. Las misiones marcianas PHOOTPRINT e Inspire parecen ser un refrito de los proyectos rusos Fobos-Grunt y MarsNet. ¿Estamos ante una nueva era de cooperación entre estas dos agencias espaciales?

http://danielmarin.blogspot.com.es/2012/11/exomars-rusia-y-europa-marte.html



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