Estudiantes de la UPC buscan construir y lanzar su propio cohete espacial
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Estudiantes de la UPC buscan construir y lanzar su propio cohete espacial

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Un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) están realizando lanzamientos con aparatos de fabricación propia con el objetivo de generar una tecnología que les permita convertirse en los primeros universitarios en lanzar un cohete capaz de elevarse hasta 100 kilómetros de altura, la llamada línea de Kármán que separa la atmósfera terrestre del espacio exterior.

El equipo Cosmic Research prevé que en el año 2022 podrán cruzar la barrera de los 200 kilómetros. Por el momento, los estudiantes ya han realizado tres lanzamientos exitosos desde Alcolea de Cinca (Huesca) con un aparato, que tiene una longitud de 2,5 metros y que se elevó hasta los dos kilómetros de altitud en dos minutos. 

Los estudiantes han impulsado una campaña para recaudar fondos, ya que el cohete definitivo requerirá un presupuesto de más de 40.000 euros. El proyecto, iniciado hace dos años, está dividido en tres fases: el primer prototipo, que ya se ha puesto a prueba; en 2018 llegará una versión mejorada que ascenderá hasta 15 kilómetros y, finalmente, la definitiva está prevista para 2022. Exteriormente será un cilindro con una altura de seis metros, 20 centímetros de diámetro y unos 200-230 kilogramos.

Para los ensayos previos del proyecto, el equipo ha construido cohetes más reducidos, uno de éstos es el aparato bautizado con el nombre de Resnik que está fabricado con fibra de carbono, lleva un motor de aleación aeroespacial de aluminio y mide 2,5 metros de largo. Además, incorpora un sistema electrónico y telemetría de doble banda que permite recibir, enviar datos y señales a una estación de control. Resnik se ha lanzado con éxito en tres ocasiones desde el aeródromo en Alcolea de Cinca (Huesca) y alcanzó una velocidad punta en ascenso de 1.000 kilómetros por hora.

Para el próximo en lanzarse, con el nombre de Bondar, será necesario emplear un nuevo emplazamiento, como el aeródromo de El Arenosillo (Huelva), puesto que los 15 kilómetros de altura que alcanzará podrían afectar a la seguridad del espacio aéreo. El Bondar será un modelo a escala del cohete definitivo.

Foto: UPC.



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