El satélite SMOS muestra la salinidad del Mediterráneo
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El satélite SMOS muestra la salinidad del Mediterráneo

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La misión SMOS (Soil Moisture and Ocean Salinity) de la Agencia Espacial Europea (ESA) cartografía las variaciones en la humedad del suelo y la salinidad en las aguas superficiales de los océanos abiertos. Cuando el satélite se diseñó, no estaba previsto que midiera el nivel salino de mares pequeños como el Mediterráneo, superando las expectativas de la misión. 

Aunque esta información cumple el objetivo principal de la misión, que es comprender mejor el ciclo hidrológico de la Tierra, SMOS ha encontrado muchos otros usos, como el seguimiento de huracanes, la medición del hielo que flota en los océanos polares y la mejora de las previsiones de rendimiento de las cosechas. 

La responsable de la misión SMOS de la ESA, Susanne Mecklenburg, afirma que “se ha llevado a cabo un magnífico trabajo al superar las limitaciones a las que nos enfrentábamos a la hora de observar cambios en la salinidad del mar Mediterráneo. Su trabajo amplía el catálogo de aplicaciones que SMOS puede ofrecer en beneficio de la ciencia y la sociedad en su conjunto”.

El satélite aloja un instrumento de microondas que captura imágenes de ‘temperatura de brillo’, correspondientes a la radiación de microondas que emite la superficie terrestre y que puede relacionarse con la humedad del suelo y la salinidad de los océanos.

Sus mediciones de la salinidad de los océanos abiertos ayudan a entender cómo estos responden al cambio climático y mejoran la comprensión de problemas como la acidificación de los océanos y fenómenos de gran envergadura como El Niño.

Los mapas de salinidad son necesarios para comprender cómo las aguas que fluyen desde el océano Atlántico a través del estrecho de Gibraltar forman el giro de Alborán, al oeste del mar Mediterráneo.

Hasta hace poco, las observaciones de salinidad de SMOS en el Mediterráneo se veían limitadas por dos obstáculos. La contaminación tierra-mar y que las mediciones realizadas en la tierra circundante pasaron a los datos oceánicos y afectaron a su calidad. Además, el otro problema, que no estaba previsto, fue el alcance de las interferencias de radio. 

Tras el lanzamiento de SMOS en 2009, se vio que su señal se veía interrumpida por numerosos transmisores ilegales en todo el mundo. No obstante, gracias a la colaboración con las autoridades nacionales de protección de las frecuencias, el 75% de estos transmisores han desaparecido.

A pesar de ello, el proceso resulta laborioso y algunas regiones como la costa libia y el este del mar Mediterráneo aún muestran signos de contaminación, dado que las estrategias de mitigación aún no han dado frutos.

Gracias a la determinación de los científicos por resolver estos problemas y al respaldo del Elemento de Apoyo a la Ciencia (STSE) para la Observación de la Tierra de la ESA, SMOS ahora puede cartografiar la salinidad en la mayor parte del Mediterráneo.

El Centro Experto SMOS en Barcelona, España, ha abordado el problema de la contaminación tierra-mar y ha conseguido reducir los efectos de las interferencias introduciendo cambios en la cadena de procesamiento de los datos estándar.

Foto: ESA



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