La reentrada de Rosat se espera entre las 2230 UTC de hoy y las 12 UTC del domingo

(infoespacial.com). Berlín.- Según las informaciones facilitadas por la Agencia Espacial Alemana (DLR) a las 17:00 horas UTC la reentrada del satélite Rosat se espera actualmente entre las 22:30 horas UTC del 22 de octubre a las 12:00 UTC del 23 de octubre de 2011, inclinandose los ingenieros alemanes porque sea más bien en la mañana del domingo.

La nota no ha sido colgada en la página web de la Agencia alemana, que está siendo muy remisa en facilitar datos, hasta algo después de las 19:00 horas UTC. Aproximadamente 40 minutos después de esa hora el satélite ha sobrevolado la isla española de Tenerife (Canarias), en rumbo noroeste a sureste, entrando a la altura de la población de Los Realejos.

En América, el satélite ha sobrevolado principalmente areas de Canada y Estados Unidos durante la jornada de hoy.

Para un seguimiento en tiempo real de la trayectoria aproximada puede visitarse la web:http://www.n2yo.com/?s=20638

De acuerdo a las simulaciones realizadas, se espera que alrededor de dos tercios de la masa original de Rosat no se desintegrará durante su reingreso y, por lo tanto, puede llegar a la superficie de la Tierra.

La pieza más grande será el sistema de telescopios, que en parte se compone de cuatro espejos Wolter de rayos X anidados hechos de material Zerodur que es muy resistente al calor. Su masa podría ser como máximo de 1,6 toneladas. En total, se espera 1,7 toneladas de escombros.

La órbita del satélite está siendo monitoreada permanentemente por el Sistema de Vigilancia Espacial de EE.UU. y por el radar alemán TIRA, cerca de Bonn, Alemania.

El área donde caerán los restos corresponde a un rectángulo de 1.000 Km por 80 Km, no pudiendo identificarse aún su ubicación exacta. - Así mismo, de acuerdo a la información entregada por la DLR, las posibles zonas de impacto se encuentran entre los 53 grados de latitud sur y norte.

La DLR ha señalado que el Rosat no contiene elementos peligrosos y tampoco ha dado indicaciones específicas acerca de cómo obrar en caso de encontrar fragmentos caídos.

Imprecisión de datos

La DLR recibe las predicciones de reingreso desde los expertos del Centro de Operaciones Espaciales Europeo y de la Universidad Técnica de Braunschweig, Alemania. En la medida que pasa el tiempo la predicción de reingreso se va afinando paulatinamente.

Desde hace una semana, los expertos ofrecen prácticamente a diario nuevos pronósticos para definir el momento exacto del impacto.Así, el pasado martes los científicos apuntaban a que el satélite caería sobre la Tierra entre el 21 y el 24 de octubre, mientras que hace diez días aún calculaban que el impacto se podía producir entre el 20 y el 25 de este mes.

El margen de cálculo esta noche se reducirá a más o menos cinco horas, por lo que se espera que los expertos puedan facilitar en breve datos más exactos del momento del impacto.

Sin embargo, definir el lugar exacto de caida es más complicado, principalmente por la elevada velocidad del Rosat -una vuelta completa a la Tierra dura sólo 90 minutos-, así como por la rotación de nuestro planeta sobre su propio eje, señaló Andreas Schütz, portavoz del DLR. “Si todavía no sabemos el día exacto, menos podemos determinar el lugar del impacto”, declaró.

La posibilidad de que alguno de los restos del Rosat cayeran sobre una persona es de una entre 2.000, estiman los científicos.  Durante su misión, entre 1990 y 1999, el Rosat, de casi 2,5 toneladas de peso, giró alrededor de la Tierra en un una órbita elíptica a una distancia de entre 585 y 565 kilómetros de la superficie terrestre.

Desde que fue puesto fuera de servicio, el satélite alemán pierde altura continuamente debido a la fricción con la atmósfera terrestre, de manera que a principios de septiembre pasado la distancia con la Tierra se había reducido hasta unos 290 kilómetros y actualmente ya es inferior a 240 kilómetros.

Cuando el Rosat ingrese en la atmósfera a una velocidad de 28.000 kilómetros por hora, el satélite se romperá en pedazos y la mayor parte se desintegrará debido al extremo calor generado por el rozamiento.