Álvaro Giménez, director de Ciencia y Exploración Robótica de la Agencia Europea del Espacio "Los españoles tenemos buena fama en la ESA"
España >

Álvaro Giménez, director de Ciencia y Exploración Robótica de la Agencia Europea del Espacio "Los españoles tenemos buena fama en la ESA"

|

(infoespacial.com) Por Juan Pons, Madrid.- Antiguo profesor de Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), subdirector general técnico y director general del INTA, Álvaro Giménez no sólo es un buen conocedor del entramado espacial español sino también del europeo. Por ello es un excelente conocedor de la participación española en la ciencia espacial europea

En el INTA y en los años 90 impulsó la creación del Laboratorio de Astrofísica Espacial y Física Fundamental (LAEFF) y dirigió la División de Ciencias del Espacio, que facilitó el desarrollo en España de experimentos espaciales en todos los campos de las ciencias del espacio y la observación de la Tierra.

En el Instituto también Giménez fue el coordinador de la carga útil científica del satélite español Minisat-01, y el investigador principal de la cámara óptica (OMC) del satélite europeo Integral.

Ya en la ESA y tras su paso por Noordwijk a partir de 2001, el hoy máximo cargo español en la Agencia Espacial Europea comenta a infoespacial.com como el director general, Jean-Jacques Dordain, le incorporó en 2007 a su gabinete y le designó coordinador de Política Científica. Un puesto que simultaneó, bajo permiso especial de la Agencia, con la dirección del Centro de Astrobiología de Madrid, iniciativa conjunta del INTA y del CSIC.

¿Cuál es el peso de España en la Agencia?

España es miembro fundador de la ESA y es el quinto país en cuanto a su contribución total a las arcas de la Agencia. Su importancia ha crecido indudablemente en los últimos años, y ahora está pasando por una fase de asentamiento. Las industrias y centros de investigación españoles han adquirido un alto grado de madurez y han demostrado ser muy competitivos, especialmente en Europa.

¿Y cómo se contempla a los españoles en el seno de ella?, ¿cuántos son ustedes?

A mi juicio, los españoles que estamos en la ESA tenemos una muy buena reputación de trabajadores, profesionales, creativos y, a la vez, de personas muy adaptados al trabajo en equipo. En estos momentos el número es del orden de 200.

¿Cuáles son las principales vivencias que ha adquirido en sus 10 años en la ESA?

En los seis años al frente del Departamento de Investigación y Apoyo Científico conocí desde dentro el funcionamiento de la Agencia y aprendí la gestión de programas espaciales con la participación de diferentes países de dentro y fuera de Europa.

Pero, sobre todo, me di cuenta de la importancia de mantener el equilibrio entre las mentalidades y los objetivos de ingenieros y científicos.

¿Y que ha aprendido  de David Southwood, su antecesor y antiguo jefe en ese Departamento, o de Jean-Jacques Dordain, el director general de la Agencia?

A ambos les debo por igual. David Southwood me permitió perfeccionar la gestión de programas y, sobre todo, mejorar la motivación de la comunidad científica en los procesos de selección de nuevas misiones. Y con Jean-Jacques aprendí a tener una visión más global de la actividad espacial, a profundizar en el papel de la ciencia en el sector y, sobre todo, a utilizar criterios basados en un punto de vista estratégico

¿Recuerda cuál fue su peor momento en la ESA?

La perdida de la sonda Beagle 2, que tenía que haberse posado en Marte en una fecha tan señalada como el 25 de diciembre de 2003. Recuerdo especialmente los angustiosos días de espera sin recibir de la sonda ni las señales ni los datos previstos.

¿Y su instante más feliz?

La llegada de la sonda europea Huygens a Titán el 14 de junio de 2005. La recepción de datos e imágenes de una de las lunas del planeta Saturno nos brindó una visión inesperada e impresionante de un mundo completamente desconocido.

¿Cuál es la mayor fortaleza de la Agencia?

Sin duda, los éxitos de nuestros proyectos espaciales y la cooperación entre los países que la conforman. La ESA no es solo una organización de gestión, sino que asume proyectos espaciales concretos y de éxito al servicio de nuestros ciudadanos, de nuestros científicos y de nuestra industria.

La ESA es el fruto de la cooperación de sus 18 países miembros. Hay que tener en cuenta que los grandes proyectos espaciales europeos sólo se pueden hacer trabajando juntos.

¿Y su principal debilidad?

A veces resulta difícil, muy laborioso, llegar a encontrar el equilibrio entre los intereses de los distintos países miembros.

A su juicio, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la ESA?

El reto de la Agencia Espacial Europea es lograr situar la actividad espacial en el marco apropiado de las agendas de la política europea. La ESA debe obtener los recursos necesarios para cumplir con sus misiones e implementarlas de forma eficaz.

También debe motivar el interés por la ciencia y la tecnología como inversiones imprescindibles para el futuro de Europa. En este sentido, el programa de ciencia y exploración robótica es esencial, ya que tiene en cuenta objetivos culturales, de desarrollo tecnológico, de identidad y de preparación de las futuras generaciones.

El gran reto de futuro de la ESA es, además, encontrar su puesto en el conjunto de las actividades europeas como foco tractor y movilizador del sector espacial.

En mi opinión, en el futuro la Agencia deberá centrarse más en el desarrollo de misiones y su puesta en órbita, que en las actividades de explotación de las mismas. Y me refiero, además de las misiones científicas que he citado, a la activación del sistema europeo de navegación por satélite Galileo, y la puesta en marcha del ambicioso programa de observación de la tierra GMES.



Los comentarios deberán atenerse a las normas de participación. Su incumplimiento podrá ser motivo de expulsión.

Recomendamos

Lo más visto