Las españolas Comet y Prosix participarán en la misión NanoMagSat de la ESA

La empresa valenciana Comet Ingeniería y la vasca Prosix Engineering han firmado un contrato con la empresa Open Cosmos para participar en la fase de preparación de la misión espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) NanoMagSat. Las dos empresas españolas serán responsables de proporcionar el mástil desplegable y el banco óptico que permitirán aislar magnéticamente los instrumentos de la misión con respecto a la plataforma satelital. El proyecto se encuentra en su fase de desarrollo y se espera que sea lanzado en 2024.

El principal objetivo del contrato será minimizar los riesgos de la misión NanoMagSat. El proyecto será una constelación de minisatélites que orbitarán en torno a la Tierra, monitoreando su campo magnético y su entorno ionosférico. La NanoMagSat contará con un sistema de tres nanosatélites de tecnología punta, lo que permitirá una mayor frecuencia de revisita que los sistemas habituales, además de la obtención de más información de la posible hasta la fecha en el área de observación de los fenómenos magnéticos de la tierra y la ionosfera.

NanoMagSat, una misión internacional

NanoMagSat es un proyecto internacional liderado por la británica Open Cosmos. Además, el Instituto de Innovación Tecnológica de la Comisión Francesa de Energías Alternativas y Energía Atómica (CEA-Leti) se encargará de supervisar la carga útil y de desarrollar los magnetómetros. La Universidad de Oslo proporcionará las sondas Langmuir encargadas de determinar la densidad de electrones y el potencial eléctrico del plasma en la ionosfera. Así mismo, el Instituto Global de Física de París (IPGP), líder científico de la misión, supervisará el rendimiento científico resultante del desarrollo técnico.

Con los datos que proporcionará NanoMagSat se podrá evaluar, por ejemplo, el efecto que las tormentas solares tienen sobre el planeta. Y es que, estas pueden producir fuertes señales magnéticas afectando incluso a la tecnología terrestre, así como a las redes de transmisión de energía, e incluso, poner en peligro a los satélites en el espacio.

Hay que recordar que el campo magnético protege a la Tierra de las partículas cargadas de energía entrantes y organiza la forma en que el espacio exterior cercano y las capas superiores ionizadas de la atmósfera responden a la actividad solar.