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Un nuevo mapa desvela la existencia de cientos de miles de acuíferos secos en Marte
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha hecho público un nuevo mapa de Marte que muestra el pasado acuático del planeta y, entre otros hallazgos, los lugares en los que podría aterrizar el ser humano en el futuro. El mapa muestra los depósitos de minerales en todo el astro y ha sido creado durante la última década utilizando datos del instrumento Mars Express Observatoire pour la Mineralogie, l'Eau, les Glaces et l'Activité (Omega) de la ESA y del instrumento Mars Reconnaissance Orbiter Compact Reconnaissance Imaging Spectrometer for Mars (Crism) de la NASA. Los resultados han sido publicados de la mano de varios investigadores, incluyendo a la científica de la ESA en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) ubicado en Madrid, Lucie Riu.
En concreto, el mapa muestra la ubicación y la abundancia de los minerales acuosos. Estos proceden de rocas que han sido alteradas químicamente por la acción del agua en el pasado; mediante procesos químicos estas rocas acaban convertidas en sales y arcillas. Hace diez años, los científicos planetarios conocían unos 1.000 afloramientos en Marte. Esto los hacía interesantes como rarezas geológicas. Sin embargo, el nuevo mapa ha revelado cientos de miles de estas zonas en las partes más antiguas del planeta.
El investigador del Institut d'Astrophysique Spatiale (IAS) y del Laboratoire d'Astrophysique de Marseille (LAM), de la Université Paris-Saclay y de la Aix Marseille Université, John Carter, ha declarado que, con la cantidad de estos minerales que existen en el planeta, lo extraño es que no se hayan descubierto con anterioridad, "cuando se estudian los terrenos antiguos en detalle, no ver estos minerales es realmente la rareza".
Carter explica que históricamente los científicos planetarios han tendido a pensar que solo se crearon unos pocos tipos de minerales de arcilla en Marte durante su período húmedo; después, a medida que el agua se fue secando, se produjeron sales en todo el planeta, "hemos simplificado demasiado a Marte", apunta. Según el investigador, por el momento, no hay ningún proceso o línea temporal simple que pueda explicar la evolución de la mineralogía de Marte.
Omega y Crism
Los instrumentos Omega y Crism son ideales para este estudio. Sus conjuntos de datos son complementarios, ya que trabajan en el mismo rango de longitudes de onda y son sensibles a los mismos minerales. Crism es el único que proporciona imágenes espectrales de alta resolución de la superficie para zonas muy localizadas de Marte, lo que lo convierte en el más adecuado para cartografiar pequeñas regiones de interés, como los lugares de aterrizaje de los róveres. Por ejemplo, la cartografía muestra que el cráter Jezero, donde el róver Perseverance 2020 de la NASA está explorando actualmente, muestra una rica variedad de minerales hidratados.
Omega, por su parte, proporciona una cobertura global de Marte con una mayor resolución espectral y con una mejor relación entre las señales y el ruido. Esto lo hace más adecuado para la cartografía global y regional, y también para diferenciar con mayor facilidad los diferentes minerales de alteración.
Los resultados se presentan en dos artículos escritos por Carter y Riu, entre otros investigadores. Con las detecciones básicas, Riu decidió dar el siguiente paso y cuantificar las cantidades de los minerales presentes, "si sabemos dónde y en qué porcentaje está presente cada mineral, nos da una mejor idea de cómo pudieron formarse", explica.
