El próximo lunes la nave DART impactará contra un asteroide de 160 metros para desviarlo
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El próximo lunes la nave DART impactará contra un asteroide de 160 metros para desviarlo

La misión supondrá la primera prueba de la historia de desvío de un asteroide
After the crash comes Hera pillars
Ilustración de la misión Hera tras el impacto de DART. Foto: ESA
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El próximo lunes la nave espacial DART, de 550 kilogramos, de la NASA, impactará contra el asteroide doble Didymos para variar así su dirección como prueba en la defensa de la Tierra ante posibles futuros impactos. La red de estaciones terrestres Estrack de la Agencia Espacial Europea (ESA) prestará una atención especial a la colisión de la nave con el asteroide, de 160 metros de diámetro. Esta misión supondrá la primera prueba de la historia de desvío de un asteroide.

El objetivo, el asteroide Dimorphos satélite de Didymos, no supone una amenaza para la Tierra, y tampoco hay que preocuparse por si el impacto cinético de DART lo empuja fuera de su trayectoria, ya que no podría chocar con nuestro planeta de ningún modo. Con este experimento se pretende alterar ligeramente la órbita del asteroide para ayudar a que los científicos adquieran conocimientos acerca del desvío por si, en algún momento, es preciso para la supervivencia humana.

Posteriormente al impacto, la misión Hera de la ESA volará hasta el cuerpo receptor del impacto para llevar a cabo un análisis en profundidad del cráter formado, de la masa del asteroide y de muchos más elementos, extrayendo de este importante experimento datos sobre una técnica de defensa planetaria controlada y repetible.

Asteroid collision pillarsIlustración que representa el estado del asteroide tras la colisión. Foto: ESA

Mediciones precisas desde Argentina

Todo esto depende, en cualquier caso, de que DART alcance su objetivo. La nave espacial avanzará a toda velocidad por el espacio (22.000 km/h) recorriendo la distancia de 11 millones de kilómetros entre el sistema y la Tierra, acercándose a un objeto en movimiento de un tamaño similar al de la gran pirámide de Guiza. La tarea no es sencilla y, de hecho, DART no podrá ni tan siquiera distinguir Dimorphos del asteroide central, de mayor tamaño, hasta la hora anterior al impacto. La nave necesitará de su sofisticado sistema embarcado de guiado, navegación y control  con el fin de implementar las maniobras autónomas que lo dirijan hacia su objetivo.

La red de observación espacial de la ESA, Estrack, está prestando apoyo a la NASA en las semanas previas al impacto al efectuar el seguimiento de DART y, por tanto, ofrecer información sobre su situación, ubicación y velocidad y al realizar de manera constante tareas vitales de vigilancia durante sus últimas 12 horas. En ese periodo se transmitirá a la Tierra un flujo en directo de imágenes para ponerlas a disposición, tan pronto sea posible, de un sinfín de espectadores de todo el mundo.

Desde mayo, la antena de espacio profundo de la ESA de 35 metros situada en Malargüe, Argentina, ha estado aportando mediciones ultraprecisas de la posición de DART, con períodos regulares de seguimiento de la misión en los meses anteriores al impacto. Esta estación completa un triángulo geográfico terrestre al combinarse con las antenas de la NASA situadas en Camberra, Australia y Goldstone, en California. Al rastrearse DART simultáneamente desde cada emplazamiento, puede determinarse con precisión extrema la ubicación, orientación y velocidad de la misión. Este método de seguimiento se conoce como Delta-DOR (método basado en interfería diferencial de señales).

ESA s Malarguee tracking station pillarsAntena ubicada en Malargüe. Foto: ESA

La comunicación con la Tierra

La antena de espacio profundo de la ESA en Australia ha recibido, por su parte, informes mensuales de estado de DART. Dichos informes se envían mediante enlace con la Tierra desde la nave espacial e incluyen datos sobre su situación, localización y cualquier conjunto de respuestas a las órdenes recibidas desde el control de la misión de la NASA.

Ahora, en los últimos diez días previos al impacto, el seguimiento se ha intensificado aún más, al entablar la red Estrack de la ESA contacto diario con la nave espacial para completar los vacíos de cobertura que pueda dejar la Red de Espacio Profundo de la NASA. Cada una de estos barridos, es decir, cada período en el que la nave espacial es visible y se comunica con la antena, dura en torno a una hora cada día, hasta la entrada de DART en la fase final de su misión.

Durante sus últimas horas de vida, DART enviará a la tierra un flujo constante de imágenes que revelarán el avistamiento de su objetivo, que pasará de ser una masa borrosa a un pequeño asteroide, en un espectacular proceso de acercamiento hasta que se produzca el impacto. Esta será la primera película de no ficción que muestre el desvío de un asteroide real y es imprescindible que todas las imágenes consigan recibirse en la Tierra.

Un CubeSat italiano para mostrar el resultado

El jefe de servicio de DART, de la ESA, Daniel Firre, ha declarado que "Es fundamental para el éxito de la misión que no se produzcan fallos en la cobertura durante la fase final de DART; por tanto, las antenas de todo el mundo funcionarán coordinadas, respaldándose entre sí y llenando cualquier hueco en la cobertura de la Red de Espacio Profundo de la NASA".

Lo único que DART no podrá mostrar será el resultado en imágenes del impacto con el asteroide, ya que, en cuanto complete su tarea, la nave espacial quedará destruida y cesará su comunicación con la Tierra. Por suerte, un CubeSat del tamaño de una caja de zapatos aportado por la Agencia Espacial Italiana (ASI) acompañará a DART en su recorrido.

El LiciaCube, de 14 kg, se separó de DART el 12 de septiembre, dos semanas antes del impacto, para captar imágenes de la colisión y de la nube de materia eyectada que resultará de ella.



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