La ISS maniobra dos veces en una semana para esquivar un satélite y basura espacial

La Estación Espacial Internacional (ISS) ha realizado dos maniobras evasivas en solo dos semanas para esquivar un satélite argentino y un elemento de basura espacial. En concreto, ha sido la nave de carga rusa Progress MS-22 la que ha encendido sus motores para mover la estación.

Según ha informado la agencia rusa Tass, Progress MS-22 encendió el pasado 14 de marzo sus propulsores durante un total de 135 segundos, un poco más de dos minutos, moviendo la Estación 0,3 metros por segundo. 

Con la maniobra, Roscosmos ha detallado la altitud orbital promedio de la Estación llegó a los 419 kilómetros sobre la Tierra.

Sin embargo, el pasado 6 de marzo la Estación ya tuvo que realizar otra maniobra para esquivar un satélite argentino. En el caso de dicha maniobra, la Estación tuvo 30 horas de preaviso para realizarla. Finalmente, los propulsores se encendieron durante seis minutos para elevar la órbita de la ISS.

A pesar de que desde la NASA no se dieran detalles, el astrónomo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, Jonathan McDowell, deslizó que podría tratarse del satélite Nusat-17, operado por Satellogic, lanzado en 2020 para realizar labores de observación terrestre.

32 correcciones en 24 años

Desde 1999, la Estación Espacial Internacional ha realizado un total de 32 correcciones para evitar la colisión tanto con satélites en órbita como con elementos de basura espacial, según un informe de la NASA del pasado diciembre.

Con el aumento de satélites en órbita y de la basura espacial, maniobras de como esta son cada vez más habituales. La ESA calcula que, actualmente, hay más de 7.800 satélites en el espacio, muchos sin actividad, y unos 36.500 elementos de basura espacial de más de 10 centímetros.  

La NASA ha reconocido que la órbita LEO, la más baja con respecto a la Tierra, se ha convertido en "un depósito de chatarra". Las estimaciones señalan que el peso total de dicha basura se eleva a 6.000 toneladas. 

Algunas de las compañías y entidades encargadas de monitorizar parte de dichos elementos son, por ejemplo, la empresa LeoLabs, o el Center for Space Domain Awareness (CSDA) británico.