La NASA, a través del Centro Espacial Johnson, ha publicado una convocatoria para construir una nave que se encargue de regresar a la Tierra la Estación Espacial Internacional (ISS) cuando cumpla su vida útil a comienzos de la próxima década. El vehículo (USDV, por sus siglas en inglés) se encargará de la desorbitación de forma controlada para evitar zonas pobladas en el espacio.
De acuerdo a la Agencia, será "un nuevo diseño de nave espacial o una modificación de una existente que debe funcionar en su primer vuelo y tener suficiente redundancia y capacidad de recuperación de anomalías para continuar con el proceso crítico de desorbitación".
La ISS está operativa desde 1998 en la órbita terrestre baja (LEO) y a cargo de cinco agencias: la mencionada NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA), JAXA de Japón, CSA de Canadá y Roscosmos de Rusia. Mientras los cuatro primeros han comprometido su apoyo y operación hasta 2030, los rusos lo proyectan hasta "al menos" el 2028.
Oportunidad de contrato del USDV. Firma: SAM.gov
Entre tanto, se ha desatado una carrera por su "reemplazante". De hecho, hace menos de dos meses, Voyager Space y Airbus Defence and Space anunciaron un acuerdo para crear una empresa transatlántica que desarrolle, construya y opere el proyecto Starlab. En paralelo, SpaceX y Vast esperan que Vast Haven-1, su estación espacial comercial, sea lanzada en 2025.
Sobre la adquisición, los oferentes pueden tener cierta flexibilidad para proponer un precio fijo firme o una tarifa de incentivo para la fase de diseño, desarrollo, prueba y evaluación. Sin embargo, el resto del contrato será un precio fijo firme, que no ha sido detallado en las bases publicadas.