El centro deportivo y recreativo El Anillo (Cáceres), centro de innovación enclavado en una península del embalse de Gabriel y Galán en el corazón de Extremadura, ha sido sede del Cassini Space Camp, una iniciativa de la Unión Europea destinada a jóvenes de 14 a 18 años matriculados en centros educativos de la UE. Esta experiencia educativa inmersiva se centra en el espacio, con actividades que incluyen tecnología espacial, análisis de datos satelitales, astronomía y resolución de problemas reales.
Durante siete días, los participantes se enfrentaron a desafíos reales, como interpretar imágenes de satélite, rastrear objetos con apps astronómicas, o guiarse con aplicaciones basadas en GNSS alrededor del propio edificio. Las actividades estuvieron diseñadas para aplicar conocimientos a través de la experiencia y se enriquecieron con la presencia de expertos de primer nivel.
El Cassini Space Camp de España combinó formación técnica con emoción, retos con juego, e industria con futuro. La propuesta ha sido liderada por Arribes Enlightenment, en colaboración con con la Junta de Extremadura.
Según se informó, la fundadora de Arribes, Noelia Sánchez Ortiz, diseñó el contenido técnico del campamento y participó en sesiones donde los estudiantes exploraron, entre otros aspectos, la gestión de residuos orbitales y el diseño sostenible de misiones. “Si queremos preservar la utilidad del espacio, tenemos que diseñar desde ya con responsabilidad”, indicó la referente internacional en sostenibilidad espacial.
En la oportunidad, Carlos Hernández Medel de Telespazio Ibérica, explicó cómo los servicios europeos de navegación y observación se integran en soluciones de movilidad, emergencias o logística. “Los datos que parecen invisibles desde el espacio son los que están sosteniendo nuestras decisiones aquí abajo”, afirmó. Por su parte, José Manuel Jiménez de Thales Alenia Space, conectó sostenibilidad y estrategia industrial y puso en valor los distintos perfiles profesionales necesarios para poner en marcha una misión espacial.
Miguel Ángel Piqueras de Oesia introdujo a los alumnos en los retos de la computación cuántica aplicada al espacio. Y Demetrio Zorita de Sener Aeroespacial explicó cómo se gestiona un gran programa espacial en Europa, desde la planificación hasta la validación técnica, dando importancia a las metodologías de trabajo en el sector.
Diez grandes retos
Uno de los pilares del campamento ha sido plantear los desafíos de impacto global: los alumnos recibieron una lista con 10 grandes retos de la humanidad —desde el cambio climático hasta la salud pública global, pasando por defensa, agua o educación— y debían idear soluciones utilizando los servicios espaciales europeos Galileo y Copernicus.
Organizados por equipos, trabajaron durante varios días con herramientas técnicas, asesoramiento experto y sesiones de diseño de soluciones, para preparar un pitch final, en el evento de cierre el ultimo día del Space Camp. Los trabajos, además de ser enviados al programa Cassini, los recibirá el consejero de Presidencia de la Junta de Extremadura.
El compromiso de la industria
Lo que realmente diferenció a este campamento fue el compromiso de la industria. Miguel Belló Mora, presidente de Orbex y arquitecto del ecosistema espacial español, compartió una mirada estratégica: “La vida en la Tierra sería mucho más miserable sin los datos satelitales”. Mariano García Orgiles, de PLD Space, habló con los chicos sobre las fases reales del desarrollo de un lanzador espacial: “Lo importante no es el cohete. Es la decisión de construirlo”. Vicente González Negro, de Fossa Systems, explicó el ciclo completo de una startup que ha lanzado más de 15 satélites en tres años y lo que significa emprender: “Estar dispuesto a sacrficar muchas cosas para conseguir trabajar cada día en lo que de verdad quieres”.
Carlos Romero, del ESA BIC Madrid, detalló cómo convertir ideas en negocios dentro del ecosistema europeo de incubación. Isabel Vera, directora de la Oficina de Espacio y Sociedad de la AEE, abordó el papel de las políticas públicas en la democratización del acceso al espacio, afirmando: “El espacio no es solo tecnología. Es también participación, equidad y futuro”. Simone Centuori, de Deimos (Indra), compartió experiencias de misiones reales desde el segmento espacial y de control, y reconoció: “He trabajado en muchas misiones, pero nunca en una donde las preguntas fueran tan importantes como las respuestas”.
Ignacio Alcantarilla, de la Comisión Europea (DG DEFIS), conectó Galileo y Egnos con los objetivos de autonomía estratégica europea: “Esta generación no solo usará el espacio. Va a decidir para qué lo usamos”. María Antonia Ramos Prada, de GMV, contó su experiencia personal para llegar a esta industria. Juan Luis Cano, de la ESA, conectó con los alumnos desde el punto más crítico de la exploración: proteger la Tierra de amenazas cósmicas. Y Carlos de Salas, de Hisdesat, abordó el espacio como infraestructura crítica para la seguridad y defensa.