La Administración Nacional del Espacio de China anunció que el gigante asiático ha lanzado un cohete portador Larga Marcha 2D con un satélite de monitoreo electromagnético a bordo. El despegue se llevó a cabo el pasado sábado desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el desierto de Gobi, al noroeste del país.
Zhangheng 1-02 —resultado de un memorando de entendimiento de cooperación firmado entre China e Italia en 2019— es el primer satélite chino dedicado a la exploración de los campos geofísicos de la Tierra. El comunicado de la CNSA indica que el despliegue del satélite representa el logro más reciente en la mejora de la capacidad de observación espacial del país y fortalecerá aún más su capacidad de monitoreo integrado espacio-aire-tierra para desastres naturales de gran magnitud.
Diseñado con una vida útil de seis años, el satélite transporta nueve cargas útiles científicas, incluido un detector de campo eléctrico codesarrollado por China e Italia, y un detector de partículas de alta energía desarrollado por el país europeo.
Según se informó, "la nave espacial realizará mediciones —casi en tiempo real— de los campos electromagnéticos globales, las ondas electromagnéticas, la ionosfera y la atmósfera neutra". También capturará anomalías electromagnéticas causadas por actividades geológicas y humanas, así como información sobre tormentas eléctricas y relámpagos en la atmósfera.
Esto mejorará eficazmente las capacidades de China para la detección temprana, la evaluación de riesgos y la alerta temprana de desastres naturales masivos como terremotos, tsunamis, actividad volcánica y tormentas eléctricas.
Además, el satélite proporcionará soporte de datos para la gestión de emergencias, el mapeo de recursos naturales y las operaciones de comunicación y navegación, y fomentará la cooperación científica y tecnológica en campos relacionados entre los países que participan en la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
El Zhangheng 1-02 se basa en la configuración técnica de su predecesor (Zhangheng 1A), pero cuenta con cargas útiles optimizadas y puede medir un conjunto más amplio de parámetros físicos. Operando en diferentes fases dentro del mismo plano orbital, los dos satélites realizarán observaciones coordinadas, mejorando efectivamente la resolución espacio-temporal de las observaciones y permitiéndoles cumplir mejor sus tareas, dijeron los diseñadores.
Cabe recordar que el satélite Zhangheng 1A se lanzó en febrero de 2018 y permanece operativo en órbita. También conocido como Satélite Sismo-Electromagnético de China, transporta seis instrumentos para medir los efectos electromagnéticos de los terremotos en todo el mundo.
El lanzamiento del sábado marcó la misión número 581 de la serie de cohetes Gran Marcha de China.