El CAB identifica el origen de las primeras estructuras formadas en galaxias

Un equipo científico internacional liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), en el que han participado 18 instituciones de ocho países, ha estudiado las propiedades de las estrellas y su distribución espacial en una extensa muestra de galaxias masivas, descubriendo algunas de las estructuras galácticas más antiguas del universo. Para ello, han utilizado el mayor telescopio óptico e infrarrojo del mundo, el Gran Telescopio Canarias (GTC), y el telescopio espacial Hubble.

Los ladrillos que forman la estructura del universo a gran escala son las galaxias. Existen diferentes tipos morfológicos de galaxias, cada uno de ellos con estructuras características. Dentro de las denominadas galaxias de disco, está por ejemplo la Vía Láctea, su estructura cuenta con varias componentes: el núcleo, zona compacta central que alberga generalmente un agujero negro supermasivo; el bulbo, de forma esferoidal y con una gran densidad de estrellas; el disco, que contiene la mayor cantidad de gas y polvo y donde se forman estrellas actualmente; y el halo, que envuelve toda la galaxia y es la zona más externa, con una concentración de estrellas muy baja y donde se considera que hay una gran cantidad de materia oscura.

Por otro lado, tal y como explican los investigadores del CAB, hay galaxias que tienen barras, anillos y otras estructuras más complicadas. La estructura de la galaxia se relaciona también con diferentes tipos de poblaciones de estrellas: suele haber estrellas jóvenes en el disco y viejas en el bulbo. “Por este motivo, el estudio de las poblaciones estelares de los diferentes componentes estructurales de las galaxias permite desentrañar el proceso de ensamblaje que ha terminado dando lugar a las galaxias que observamos en nuestro entorno”, indican desde el CAB.

El objetivo principal de la investigación era caracterizar las propiedades de las poblaciones estelares de los bulbos galácticos. Con esta información, los investigadores han sido capaces de determinar cómo se han formado y desarrollado esas estructuras galácticas.

En este sentido, el investigador del CAB Luca Costantin ha explicado que “esos bulbos son las reliquias de las primeras estructuras formadas en el universo, que hemos hallado escondidas en galaxias de disco cercanas. Casi dos tercios de los bulbos observados presentan un valor medio del desplazamiento al rojo en torno a 1,3, lo que sugiere que su formación es mucho más reciente, correspondiente a unos 4.000 millones de años o casi un 35% de la edad del Universo. Parece que los bulbos estudiados se han formado en dos momentos diferentes, en dos olas”.

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