Los ingenieros de Lisa Pathfinder prueban los sistemas de la nave
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Los ingenieros de Lisa Pathfinder prueban los sistemas de la nave

Lisa Pathfinder
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Lisa Pathfinder camina hacia su órbita operativa a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, mientras los equipos de ingenieros y científicos de la misión trabajan en la puesta a punto de los sistemas de la nave. Esta semana comenzaron a activar los elementos de la carga útil del módulo científico, incluido el láser que servirá para controlar el movimiento en caída libre más preciso que se haya logrado jamás en el espacio.

Después de su lanzamiento el pasado 3 de diciembre a bordo de un cohete Vega, Lisa Pathfinder ha utilizado su módulo de propulsión para elevar su órbita seis veces, rumbo a su posición final en el punto Lagrange L1. El 22 de enero está prevista la separación de este equipo y la entrada en órbita del modulo científico. El siguiente paso será comenzar con las operaciones científicas a principios de marzo.

En el corazón del módulo científico se encuentra el paquete tecnológico compuesto por dos masas de prueba. Tras alcanzar su órbita operativa, este par de cubos idénticos de oro y platino se liberarán y pasarán a estar en manos de la influencia de la gravedad. Un interferómetro láser registrará sus movimientos y medirá los minúsculos cambios provocados por otras fuerzas diferentes a la gravedad, con el fin de evaluar el nivel de desviación en relación a una caída libre real.

Demostrar que es posible realizar una caída libre exacta será un primer paso para futuros observatorios espaciales de ondas gravitatorias.  Estas ondas son pequeñas fluctuaciones en el tejido espacio-temporal predichas hace cien años en la teoría de la relatividad general de Albert Einstein.

Pruebas en los sistemas

En su trayecto hacia el punto Langrage L1, los equipos de la ESA y Airbus Defence and Space, contratista principal, han puesto en servicio la nave, verificando que todos los sistemas, subsistemas e instrumentos funcionan como estaba previsto.

Antes de Navidad se activaron los propulsores en micronewtons de gas frío, que se emplearán para ajustar exactamente la posición de la nave mediante pequeños desplazamientos durante la fase de operaciones. La semana pasada se encendieron y probaron los propulsores coloidales en micronewtons, suministrados Jet Propulsion Laboratory de la NASA, que integran un sistema de reducción de ruido.

Durante los últimos días, los ingenieros han comenzado a poner en funcionamiento el paquete tecnológico, activando el ordenador de carga útil y otros dispositivos electrónicos. Además, los grupos de trabajo han probado la unidad de control del mecanismo de conservación que mantiene estas masas seguras durante las fases de lanzamiento y crucero y han verificado que el monitor funcione correctamente.

El 13 de enero se procederá a activar el primer componente del paquete tecnológico: el láser. Durante las operaciones científicas, este se empleará para proporcionar dos rayos de luz al interferómetro, que medirá con una exactitud sin precedentes la posición e inclinación de las masas de prueba que protagonizarán la caída libre.

Entrada en servicio

La puesta en servicio de la nave y los instrumentos continuará hasta finales de febrero. Durante este periodo, se realizará un proceso de dos pasos para lanzar las masas de prueba desde los mecanismos donde se han conservado de manera segura en posición durante las fases de lanzamiento y aproximación a la órbita.

En primer lugar, el 3 de febrero se retraerán los bloqueadores de lanzamiento situados en las ocho esquinas de cada cubo. Simultáneamente, se abrirá una válvula de compuerta para descargar el interior de las masas de prueba que se alojarán en el espacio. Después de este proceso, las masas seguirán manteniéndose en su lugar a través del GPRM (Grabbing, Positioning and Release Mechanism), unido a dos caras opuestas de cada cubo.

El 15 y 16 de febrero también se retraerá el GPRM -un cubo cada día- y las masas de prueba dejarán de estar en contacto mecánico con la nave. Incluso entonces, las masas no estarán en movimiento a prueba de resistencia aún, pero seguirán a la nave mediante activación electrostática hasta que el módulo científico se active a finales de febrero y la nave empiece a moverse finalmente alrededor de uno de los cubos en caída libre.

El jefe científico del proyecto Lisa Pathfinder señaló que "estamos muy contentos con cómo ha ido hasta ahora la puesta en funcionamiento de la nave, y la activación del primer subsistema de la carga útil nos acerca un poco más a las operaciones científicas".

Foto: ESA



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